Tras su paso por grandes despachos internacionales, los arquitectos Luis Lombao y Álvaro Ferrándiz fundan FL-ARE en Madrid en 2018. Esta firma de arquitectura y real estate ha desarrollado un gran número de promociones residenciales premium así como también destacan sus trabajos en el ámbito de las oficinas. Siempre buscando un equilibrio entre escenografía, interés conceptual, funcionalidad y optimizaciñon de recursos.

«El residencial premium es un sector que nos encanta ya que nos permite expresarnos con bastante libertad y creatividad.»

 

¿Qué os atrajo de la arquitectura para hacer de ella vuestra profesión? Luis: Cuando era niño mi padre proyectaba en casa los fines de semana. Me interesaban mucho los avances, los cambios, las opciones desechadas… hacia mil preguntas… Más tarde comencé a crear objetos en madera y metal en casa. Idear soluciones constructivas me gustaba. Pero fue ya en la universidad cuando me entusiasmó la complejidad de la profesión. Como se deben aunar multitud de factores en un proyecto: técnicos, conceptuales, económicos, humanos etc. Cuantos más factores se integren en la arquitectura de manera equilibrada, más complejo e interesante se convierte el proyecto. Este reto me motiva.
Álvaro: Inicialmente diría que el impacto de la arquitectura en la sociedad, el concepto de crear algo físico habitable por el ser humano, pero una vez empiezas a conocer más sobre la profesión, creo que el proceso de creación. El diseño de un edificio, de un espacio…cada caso es un camino, un reto que abarca una gran complejidad como explica mi socio Luis. Poder ser ese “hombre orquesta”, o equipo orquesta en nuestro caso, que controle todos los procesos, es algo que engancha.

¿Qué os influyó de vuestras experiencias trabajando internacionalmente en grandes despachos como Foster & Partners o Fenwick Iribarren Architects? Cuando terminamos la carrera ambos tuvimos la suerte de entrar en diversos despachos de gran tamaño, donde lo primero que te impacta es el tamaño de los proyectos: estadios de futbol, pabellones para la expo, terminales portuarias… proyectos con equipos de hasta 15 personas en momentos puntuales, sin contar los asesores externos con quien tienes contacto casi diario. Normalmente clientes corporativos que contratan ejércitos de project managers que opinan y modifican… y te das cuenta de qué manera se van resolviendo todas las fases con éxito gracias a una buena coordinación y gestión interna en todos los ámbitos. En nuestro despacho nos preocupamos por implementar todos estos procesos desde el primer día, pese a que al principio fuéramos un estudio de dos personas. Ahora que somos un equipo y después de varios años, sabemos que estamos preparados para cualquier tamaño proyecto.

¿En qué momento os encontráis y decidís fundar vuestro propio estudio? Nos conocimos en la universidad y al salir cada uno tomo su rumbo, pero mantuvimos el contacto. Un buen día hablando por teléfono, uno en España y otro en Londres, empezamos a hablar de la posibilidad de montar nuestro estudio. El momento fue propicio para los dos.

¿Qué valores comunes tienen vuestros trabajos en FL-ARE? Desde el inicio de nuestras carreras los dos hemos percibido cambios muy importantes en la concepción de la arquitectura, causada principalmente por la crisis económica de 2007, que junto a los actuales ‘’driver’’ socioeconómicos en puja, como la constante aparición de nuevas tecnologías, la intercomunicación social instantánea o el cuidado del medio ambiente, influyen (o deberían influir) mucho en la manera en que los arquitectos proyectamos. En nuestros trabajos siempre buscamos el equilibrio entre la escenografía, el interés conceptual, la funcionalidad y la optimización de recursos.

¿Cómo lográis el equilibrio entre coherencia constructiva, lenguaje claro e innovación, originalidad y frescura? Creemos que el equilibrio es necesario y lo buscamos. No nos interesa ser 100% original o fresco, ya que la frescura es perecedera. Tampoco nos interesa ser 100% funcional ya que esa manera de concebir un proyecto tiene poco recorrido. Si la balanza se desestabiliza en alguno de los dos sentidos nos alejaríamos de lo que consideramos que tiene valor la arquitectura. La búsqueda del punto de equilibrio requiere de mucho trabajo, largos debates, investigación, consultas a asesores… pero es un esfuerzo que realizamos con gusto.

Desarrolláis un gran número de promociones residenciales para el sector premium. ¿Qué os caracteriza a la hora de generar este tipo de trabajos exclusivos? Un trabajo nos llevó a otro, que nos llevó a otro… El residencial premium es un sector que nos encanta ya que nos permite expresarnos con bastante libertad y creatividad. Que los clientes queden contentos para que sigan confiando en nosotros y encargándonos proyectos es nuestro mayor objetivo.

¿Cuáles son los principales cambios que los clientes os están solicitando a la hora de diseñar una vivienda? El confinamiento ha hecho que se perciba la vivienda de una manera distinta. A las características tradicionales de la vivienda se han añadido el factor del teletrabajo y la importancia del espacio exterior privado, donde ambos a su vez generan hilos y conceptos de proyecto muy interesantes. En pisos se valora mucho que encontremos y acondicionemos el espacio destinado a colocar un ordenador y poder trabajar cómodamente, incluso en los de poca superficie. En reformas también nos han pedido abrir terrazas que anteriormente se cerraron para ganar espacio al salón y destinar bastante presupuesto en acondicionarlas. También en las viviendas unifamiliares aparecen nuevos espacios polivalentes que puedan albergar usos tanto vivideros como laborales, a veces separados del edificio principal en busca de esa experiencia de ‘’salir de un lugar y llegar a otro’’, aunque el espacio se encuentre en la misma parcela. Los jardines también se quieren vivir de varias maneras, con zonas distintas dentro de un mismo jardín, incluyendo las de aspecto natural o casi virgen que permitan pasear y evadirse lo máximo posible.

¿Os ayuda vuestra experiencia en el otro lado del sector inmobiliario a la hora de entender mejor desde la arquitectura las necesidades de los promotores? Sin duda. El master de dirección inmobiliaria y la experiencia en empresa promotora nos enseñó un lenguaje complementario al que enseñan en la carrera universitaria. El promotor requiere que trabajemos contrarreloj, pero no se puede permitir que haya imprevistos en obra; exige minimizar costes, pero necesita frescura y diseño diferenciador para llevar la promoción al éxito. Estas necesidades nos obligan a una constante actualización y aprendizaje, no solo de sistemas y soluciones constructivas, si no de continua búsqueda de mejora en procesos internos a la hora de organizar y optimizar nuestro trabajo.

También desarrolláis proyectos en el sector de las oficinas y co-working como el reciente trabajo en QUA Coworking. ¿Qué objetivos os marcásteis para este proyecto? QUA Investments nos contactó con la idea de revitalizar una oficina de los años 60 localizada en el corazón de Madrid y crear un espacio que despertara las inquietudes de la gente que trabajara en ella. La noción de trabajo en equipo y luz natural confluye conjuntamente como algo principal en cada centímetro de la propuesta. Los paneles de techo acústico y las lámparas luz crean un ambiente controlado para cada uno de los puestos de trabajo. Los espacios colaborativos han sido diseñados para albergar usos polivalentes. Gracias a la disposición de los escritorios, las zonas intersticiales del proyecto son parte de un espacio fluido que se convierte en una sala de reunión, un hogareño espacio central donde socializar y una evocadora área de relax que también podrá ser usada para presentaciones informales.
En cuanto a los acabados, huimos de la monotonía ya que está probado que disminuye la productividad. Introdujimos toques de color vivos y una pensada paleta de materiales para equilibrar la composición. Los espejos trabajan como multiplicadores del espacio, creando una variedad de reflejos por la oficina, mientras que la combinación de plantas colgantes y cómodos muebles nos transportan a un lugar más acogedor.

¿En qué otros trabajos estáis inmersos actualmente? En cuanto a obra nueva estamos en fase de construcción en 6 viviendas unifamiliares y comenzando el proyecto de otras 2. También estamos desarrollando el proyecto de ejecución de un edificio de 14 viviendas en Madrid. En cuanto a reformas estamos a punto de comenzar la obra de dos pisos premium en Madrid, además de colaborando con una empresa destinada al house flipping con quien solemos tener siempre 2 o 3 proyectos abiertos.