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BOD Arquitectura e Ingeniería se funda en 1985 en Madrid, dando lugar a una de las primeras sociedades anónimas del sector para profesionalizar la actividad y dar cabida a un equipo multidisciplinar para ofrecer un mayor nivel técnico. A lo largo de estos años han desarrollado un amplio abanico de proyectos que van desde edificios públicos y hospitales a sedes corporativas y hoteles pasando por edificios para el sector farmacéutico, industrial y logístico, entre otros. Desde 1998 también han dado el salto internacional.

 
«Intentamos sintetizar nuestra visión de lo que deben ser los edificios en nuestro lema: Lean designs that work.»

¿Cómo surge el despacho en 1985?
El despacho se fundó en 1985 por tres socios que formamos una de las primeras sociedades anónimas del sector de la arquitectura cuando en aquella época todavía se cobraban los honorarios a través del Colegio profesional. El objetivo era profesionalizar la actividad y dar cabida a otros profesionales para ofrecer unos proyectos con mayor nivel técnico, intentando romper la endogamia de los arquitectos responsables de “todo”. Nuestro discurso encontró pronto acogida en el mundo industrial, donde veíamos una oportunidad de hacer un planteamiento riguroso que aunara el diseño arquitectónico con el rigor técnico y funcional. La complejidad de estos proyectos nos condujo a formar un equipo multidisciplinar que aunaba la arquitectura, las ingenierías de estructuras e instalaciones y la consultoría propiamente industrial. Así se configuró lo que actualmente es el ADN de BOD: un potente y compenetrado equipo de ingenieros y arquitectos diseñadores de soluciones equilibradas entre continente y contenido, forma y función y en definitiva que aúnen la eficiencia con la creatividad.

¿Cómo ha evolucionado la firma en estos más de tres décadas de actividad?
Después de algunos trabajos iniciales, conseguimos ganar un concurso para la imprenta de El País que nos abrió el mundo de las imprentas de diarios y comerciales. Estos proyectos tenían mucho interés pues eran plantas industriales con maquinaria muy sofisticada, con exigencia de imagen por parte de los clientes y un programa mixto que abarcaba desde la implantación industrial y logística hasta las oficinas y redacciones.

Con el principio del siglo XXI, y una vez que el equipo estaba montado, llegando a ser unas 120 personas, decidimos potenciar nuestra presencia en los proyectos de oficinas basándonos en los desarrollos que veníamos realizando para nuestros clientes industriales.

En el año 2000 conseguimos ganar el concurso de la sede de Hewlett Packard en Madrid promovido por Metrovacesa y la propia H.P. A partir de ese momento seguimos participando en otros concursos privados de promotores con los que hemos realizado multitud de proyectos de oficinas. Mientras, nuestra vocación industrial se mantenía ampliándola al sector logístico y al farmacéutico.

 

En el año 2008, la crisis. En nuestro caso, aunque con algo de retraso respecto al sector residencial, la crisis nos afectó especialmente pues al parón inmobiliario se sumó la disrupción del sector industrial de las imprentas. Se nos pararon más de 17 proyectos. En esta situación, teníamos que decidir si seguíamos o no. Pensamos que nuestro modelo de “ventanilla única” tenía un hueco en el mercado y la irrupción de la tecnología BIM nos brindaba una oportunidad para dar un salto adelante: La apuesta era en aquel momento compleja y arriesgada, pero afortunadamente se ha demostrado acertada.

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Parque empresarial Adequa (Madrid) Nueva planta de impresión para PRISA-El País
Sede social de HP en Las Rozas (Madrid) 

En B.O.D. desarrolláis un amplio abanico de proyectos que van desde edificios públicos y hospitales a sedes corporativas y hoteles pasando por edificios para el sector farmacéutico, industrial y logístico, entre otros. ¿Qué valores arquitectónicos comunes se dan en vuestros edificios?

Partimos de la idea de resolver de forma solvente los problemas funcionales y técnicos sin perder de vista el diseño arquitectónico. Intentamos sintetizar nuestra visión de lo que deben ser nuestros edificios en nuestro lema “Lean designs that work”:  “Lean designs” porque nos obsesiona reducir el derroche, la pérdida innecesaria de energía en todo el proceso, tanto para nuestros clientes como para nosotros mismos. En ese sentido, BOD siempre ha sido una empresa orientada a la sostenibilidad integral de los diseños, incluso antes de que este concepto se convirtiese (afortunadamente) en el actual “mantra” de todo proyecto serio. Y “that work” porque nos liga con algo esencial para BOD: somos personas que trabajamos diseñando espacios para que otras personas trabajen y se desarrollen. Somos radicales en la búsqueda de que la forma, el continente, sea un catalizador del trabajo que otros van a desarrollar en nuestros edificios y nunca un freno.

Vuestra firma ha sido una de las primeras en la incorporación de la metodología BIM con casi una década de aplicación en vuestros trabajos. ¿Qué ventajas aporta la introducción de BIM?
Las ventajas son enormes, es un cambio de la forma en la que se enfrentan los proyectos. Trabajas sobre un modelo computable que contiene toda la información de los elementos constructivos y de instalaciones. El control del proyecto, la manera en la que se produce, la comunicación interna del equipo de proyecto, la información para el contratista y la propiedad mejoran de forma exponencial.

Para un equipo integrado de ingenieros y arquitectos como es el de BOD, la llegada de la metodología BIM y sobre todo la tecnología que la hace factible, ha sido una bendición y una espoleta de productividad: después de 9 años trabajando con esta metodología, ¡nos costaría más hacer un proyecto “a la antigua” que hacerlo en BIM!.

Habéis implementado prácticas LEED y BREEAM en vuestras obras en las que apostáis por criterios de construcción sostenible. ¿Consideráis que ya se ha establecido este paradigma o bien aún hay que lograr convencer a los clientes de sus ventajas?
Hasta ahora, la decisión de certificar los edificios en LEED o BREAM la toman los propietarios que quieren disponer de estas etiquetas de eficiencia en sus edificios para aumentar su valor. Los posibles inquilinos todavía no son muy exigentes en este campo aunque se nota una tendencia al alza. En todo caso, hoy por hoy, la realidad es que se certifican fundamentalmente los edificios “prime” y básicamente los que tienen detrás a inversores internacionales.

«Con la crisis, pensamos que nuestro modelo de ‘ventanilla única’ tenía un hueco en el mercado y la irrupción de la tecnología BIM nos brindaba una oportunidad para dar un salto adelante.«

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En el sector de las oficinas tenéis una amplia experiencia con trabajos para, HP o Renault y proyectos recientes como el Parque empresarial Vía Norte . ¿Cómo está evolucionando el diseño de los espacios de trabajo?

En la escala del edificio, observamos como la necesidad de incorporar elementos urbanos y naturales asociados a los espacios de trabajo se impone crecientemente: parques/paisajes y servicios externos amplios a distancia de peatón. Esto hace que se prefieran dos opciones diametralmente opuestas: la rehabilitación de oficinas en centro urbano consolidado o bien business parks pero con amplias zonas verdes y de servicios.

A nivel de puesto de trabajo, la «googlización” se impone: disponer de espacios pensados para el fomento de la creatividad y las interacciones es una demanda creciente y ¡de la que nos alegramos!

¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente?
Estamos terminado el Hotel Torre de Madrid que supone la culminación de un proyecto de renovación total de la torre realizado en tres fases.
También estamos culminando junto con el equipo de Merlin Properties el proyecto del Business Park Adequa, fundamentalmente la incorporación de una Torre de 100 metros de altura que junto a las zonas verdes y de servicios proyectados convertirán a este parque en uno de los mejores de Madrid.

En el campo industrial, farma y logística, estamos completando los proyectos de varios laboratorios en España y Oriente Medio, así como varias instalaciones logísticas en Sudamérica. Y por supuesto seguimos haciendo proyectos de rotativas: en la India y Chile concretamente.

El despacho apuesta desde hace años por la internacionalización. ¿Qué os ha aportado actuar en diferentes países?
La experiencia internacional desde el año 98 en el que empezamos en Buenos Aires ha sido muy enriquecedora a todos los niveles, tanto personales como técnicos.

Nuestra experiencia nos dice que trabajar fuera es siempre complejo y que la “avaricia rompe el saco”. La clave es medir bien las fuerzas y los riesgos caso por caso y saber dónde conviene quedarse en cada caso: unas veces puedes plantearte hacer todo el proyecto y otras es mejor quedarse sólo como consultor/experto.

¿Hacia dónde consideráis que se dirigirá la actividad profesional en nuestro país en los próximos tiempos?
Creemos que el desarrollo y la implantación del BIM será el eje sobre el que va a girar el sector de los proyectos. Esto obligará a conformar equipos más fuertes e integrados capaces de acometer este cambio y hacerlo de forma productiva. Por nuestra parte, una vez consolidada nuestra digitalización, estamos apostando fuerte sobre las posibilidades de la automatización de diseños vinculados a la explotación de señales edificio/usuarios. ¡Un tema apasionante sobre el que esperamos dar noticias pronto!