Los arquitectos Manuel Collado y Nacho Martín son los fundadores de Mi5 Architects, estudio entre Londres y Madrid.
Al frente de Mi5 Architects han desallorado desde centros juveniles en Fuenlabrada y Rivas Vacía Madrid, hasta vivienda social en Vallecas o el centro lúdico y espacio público Teruel-zilla. Fantasía, cultura pop, visibilidad social, humor, comunicación y compromiso se dan la mano en su trabajo al frente del estudio y en su labor como docentes.
«En nuestros trabajos perviven valores como vitalismo, radicalidad, pop, y espacios experienciales»
¿Por qué quisisteis ser arquitectos?
Nacho: Reconozco que no fue una decisión vocacional. Tengo referencias más cercanas en la familia del mundo de la ingeniería. Sin embargo mis apetencias tiraban hacia algo más creativo y artístico.
Manuel: Quise ser arquitecto por la transversalidad que ofrecía la arquitectura frente a otras áreas de conocimiento, esto me permitiría desarrollar en el tiempo lagunas de mis inquietudes, y efectivamente así ha sido.
¿Cómo convergieron vuestros caminos en Mi5 Architects?
Coincidimos desde primero en la carrera. A partir de cierto momento nos picó el gusanillo de empezar a hacer cosas fuera del ámbito académico y comenzamos a hacer concursos de estudiantes. Comenzamos con gran éxito y creo que fue el preámbulo del comienzo de nuestra práctica profesional con 10 años non-stop presentándonos a concursos públicos, limpios, con tribunales interesantes y con una administración que no cuestionaba demasiado que fuéramos una oficina súper joven. Una situación que ha desaparecido por completo en el panorama español.
Durante la carrera también arrancamos un fanzine centrado en el concepto de investigación, su nombre Mi5.
Centro juvenil en Rivas-Vaciamadrid (Madrid) |
Centro lúdico y espacio público Teruel-Zilla en colaboración con PKMN |
¿Con qué filosofía os planteáis vuestro despacho?
Es una oficina que persigue construir e intervenir en la ciudad de manera real. Sin embargo somos conscientes de la necesidad de investigar y encontrar espacio para la reflexión teórica, el experimento, la identidad y el cuestionamiento crítico de lo que producimos.
Os interesa explorar estrategias de gestión de lo público buscando que vuestros proyectos a través de la fantasía refuercen y fortalezcan el territorio en el que se erigen. ¿Cuál es la clave para lograr esta capacidad de regenerar el entorno a través de la arquitectura?
La intención es ensayar otros códigos de relación entre el ciudadano y lo arquitectónico. Existen campos que se han vuelto cotidianos para las personas como la cultura pop, las referencias fantásticas, el sentido del humor que se utilizan de manera natural y con éxito en otros ámbitos del diseño pero parece que la arquitectura se muestra prejuiciosa en su utilización. Creo que la utilización de nuevos lenguajes facilita la creación de entornos donde el usuario encuentre una identificación más ajustada con el mundo y el momento histórico en el que vive.
“Nos interesa la capacidad de comunicación de la arquitectura y crear una identidad de marca como oficina que exprese nuestro posicionamiento.”
En vuestro estudio trabajáis al máximo la comunicación como una interesante vía de intensificar la visibilidad social de vuestros proyectos. ¿Cómo se consigue trabajar esta proactividad y acercar así la arquitectura a la sociedad?
Nos interesa la capacidad de comunicación de la arquitectura. Potenciar en un edificio un aspecto visual que encierre indicios o símbolos de lo que representan (para el grupo social al que se destinan).
Por otro lado, nos interesa crear una identidad de marca como oficina suficientemente definida que exprese nuestro posicionamiento y manera de entender la profesión.
¿Qué debe caracterizar a un arquitecto hoy en día para ofrecer a la sociedad lo que demanda de él?
Una sensibilidad extrema a la hora de reconocer los temas que definen el mundo contemporáneo en el que vivimos y una habilidad técnica para trasladarlos a su expresión construida.
¿Qué valores arquitectónicos comunes podemos encontrar en trabajos como las viviendas en Vallecas, el centro juvenil en Fuenlabrada o el de Rivas-Vacíamadrid?
Vitalismo, radicalidad, pop, espacios experienciales…
¿Qué queréis transmitir en los usuarios con vuestros proyectos realizados?
Que sean potenciadores de sus facultades subjetivas. Una especie de trajes de superhéroe que les otorguen superpoderes para relacionarse con su medio y con las personas que les rodean.
“Vemos los proyectos como una especie de trajes de superhéroe que otorguen superpoderes para relacionarse con el medio y con las personas que les rodean.”
Vuestro proyecto más reciente Teruel-zilla! en colaboración con el despacho PKMN ha sido nominado en los Icon Magazine Awards 2012 y en los Mies van der Rohe 2013. ¿Cómo surge desde lo más profundo cual Godzilla este centro lúdico y espacio público?
Rugiendo mucho. El subsuelo de Teruel, tal como pretenden difundir parques temáticos como Dinópolis, está cargado de hallazgos que recuerdan la existencia de una agitada vida en los orígenes de la provincia. Resulta sorprendente que se vuelva a sus profundidades para intentar reactivarla.
La decisión de introducir bajo tierra un gran volumen de actividades de ocio joven, que dinamice y potencie la actividad de Teruel, impulsa la imagen con la que se trabaja en la propuesta. El proyecto de espacio público y centro de ocio adquiere la expresión de un Godzilla enterrado: Un poderoso elemento telúrico de expresión contemporánea y pop.
El gran volumen enterrado empuja la superficie de la tierra fragmentándola produciendo una nueva topografía urbana. Los visitantes ocuparán su superficie, convertida en plaza pública, y descenderán entre los estratos, entretenidos con actividades de encuentro, diversión y deporte.
¿En qué otros proyectos estáis trabajando actualmente?
Estamos colaborando con una marca de moda japonesa en un proyecto muy pequeño de redefinición del concepto de la experiencia comercial. En concreto como se puede ampliar la experiencia del sujeto a la hora de comprar un perfume.