AYLLÓN.PARADELA.DE ANDRÉS es un estudio de arquitectura con sede actual en Madrid, dirigido por tres arquitectos asociados: Javier Alejo Hernández Ayllón, Verónica Paradela Pernas y Javier de Andrés de Vicente. Su obra parte de la premisa de que cualquier proyecto puede materializarse a través de la abstracción, la esencialidad, el rigor constructivo y la atención por el contexto, impregnando siempre todas sus intervenciones del lugar en el que se enmarcan, aunando tradición y vanguardia. Su trabajo ha merecido el reconocimiento de varios premios, abarcando desde la escala doméstica hasta el ámbito urbano, pasando por la conservación y rehabilitación del patrimonio construido.
¿Qué es lo que os llevó a querer ser arquitectos?
Javier Alejo: Me formé como arquitecto porque entendí que podía desarrollar y sumar la labor creativa con la social. Para mí una de las mayores satisfacciones del oficio pasa por aportar algo a la sociedad. Me gusta pensar un proyecto y que, al verlo materializado, los usuarios del mismo se encuentren felices y cómodos.
Verónica: Soy una persona muy curiosa que continuamente tiende a cuestionarlo todo, no me suelo quedar nunca con lo primero que me llega. Empecé estudiando aparejadores, pero pronto supe que mi carrera continuaría en la escuela de arquitectura que estaba al lado. Quería aprender esa capacidad de ver las cosas en su conjunto antes de que estén hechas.
Javier: De pequeño pasaba muchas horas leyendo. Siempre me gustó imaginar el marco en el que todas esas historias sucedían, entendiendo el entorno como un personaje más de cada relato. Esa afición me llevo a querer ser arquitecto, buscando así dar forma a los escenarios en los que suceden las historias cotidianas de la gente.
¿Cómo os conocéis?
Alejo y Verónica estudiaron juntos en la universidad. Más tarde, Alejo y Javier coincidieron trabajando para un estudio madrileño, mientras Verónica hacia lo propio para otro. Con el tiempo, nos conocimos los tres y decidimos embarcarnos en esta aventura.
En 2017 fundáis vuestro estudio en Madrid. ¿Cómo han sido estos primeros cinco años de actividad?
Estos primeros cinco años han sido muy intensos. Empezamos sin apenas encargos de clientes privados, por lo que apostamos por abrirnos camino a través de concursos públicos, algo que requiere de mucho esfuerzo y constancia, ya que lo habitual es perder muchos más concursos de los que ganas. Afortunadamente, hemos logrado algunos premios que nos han permitido ir consolidando el estudio poco a poco, incorporando en el proceso también a nuevos clientes del ámbito privado.
Habéis desarrollado proyectos en viviendas unifamiliares, promociones plurifamiliares, equipamientos e intervención en el patrimonio. ¿Qué valores arquitectónicos comparten estos trabajos en diferentes sectores y escalas?
En líneas generales, nuestro trabajo parte de la premisa de que cualquier proyecto puede materializarse a través de la abstracción, la esencialidad, el rigor constructivo o la atención por el contexto, tratando de impregnar siempre todas nuestras intervenciones del lugar en el que se enmarcan, aunando tradición y vanguardia.
Abstracción, esencialidad, rigor constructivo y atención por el contexto son los ejes en los que os sentís cómodos para generar vuestros trabajos. ¿A qué se debe esta mirada?
Más allá de inclinaciones personales, es posible que esta mirada tenga que ver con el contexto de crisis económica y medioambiental en el que se ha formado nuestra generación, algo que buena parte de la arquitectura de los años ’90 y comienzos del siglo XXI ignoró por completo.
Para nosotros, la respuesta a este contexto de crisis, pasa por una revisión desde la contemporaneidad del clásico ‘menos es más’; no obstante, no nos interesa el concepto desde un punto de vista estético o formal, algo excesivamente manido a día de hoy, si no desde una aproximación más holística en la cual aspectos estructurales, constructivos, medioambientales o funcionales se hibridan y resuelven de forma unitaria a partir de estrategias certeras y precisas. En ese sentido, la esencialidad, el rigor constructivo o la atención por el contexto nos resultan herramientas muy útiles a la hora de plantear nuestros proyectos.
¿Qué otros temas, como la importancia del lugar, trabajáis con más fuerza en vuestros proyectos?
Además del lugar entendido en un sentido amplio del término como contexto formal, físico y/o histórico, nos interesa prestar especial atención a cuestiones vinculadas con el clima y la energía. No tanto desde un enfoque preocupado en exclusiva por la eficiencia energética y la reducción de la huella ecológica de nuestras intervenciones (que también nos interesa), sino fundamentalmente entendiendo ambos conceptos como herramientas de proyecto capaces de generar espacios atractivos y un elevado nivel de confort a los usuarios en todos los sentidos (visual, háptico, térmico, etc.).
En ese aspecto, siempre nos interesa aproximarnos a los proyectos a través del entendimiento de la cultura material local de los lugares en los que trabajamos, revisando los materiales, las formas y las estrategias medioambientales presentes en la tradición vernácula para reinterpretarlos y ensamblarlos desde la técnica y las demandas contemporáneas. Es decir, para nosotros, la arquitectura vernácula a menudo es un buen ejemplo de cómo con pocos medios se puede responder a muchas cosas.
¿Qué sensaciones queréis que transmitan vuestros espacios a los usuarios?
Nos gusta pensar que con cada proyecto que hacemos estamos mejorando de una forma u otra la vida de la gente, ofreciéndoles lugares más confortables y amables donde llevar a cabo su día a día. Asimismo, en los proyectos de carácter más público y urbano, en nuestro caso a menudo vinculados con el patrimonio, nos interesa poner en valor el carácter social y didáctico de la arquitectura, tratando de establecer vínculos con lo existente que ayuden a comprender a los usuarios la historia que hay detrás de cada conjunto patrimonial.
A la hora de abordar viviendas, ¿cuáles son los principales cambios que estáis introduciendo respecto a lo convencional que agradecen más los futuros usuarios?
Para nosotros la vivienda debe ser capaz de acoger tanto el programa previsto como el imprevisto, imaginándola al mismo tiempo como lugar de refugio, marco del ocio o espacio de trabajo. Partiendo de esta premisa, entendemos la vivienda como un contenedor de múltiples escenarios que permiten que la que la adaptabilidad de uso a lo largo del tiempo sea máxima. Estos escenarios en ocasiones se superponen en sección, en otras se yuxtaponen en planta… En cualquier caso, siempre tratamos de proyectar viviendas muy esenciales en la que los elementos servidores se concentran y reducen en favor de espacios servidos libres, abiertos y flexibles (algo que en el despacho hemos venido a denominar como ‘escenarios domésticos’). En última instancia, buscamos que la vivienda maximice las oportunidades de uso para que sus habitantes vivan como quieran y no como la arquitectura les imponga.
Uno de vuestros últimos primeros premios en concursos ha sido la Puesta en Valor del Yacimiento Arqueológico del Arrabal Andalusí de La Arrixaca y del Jardín de San Esteban (Murcia) junto a Burgos & Garrido. ¿En qué consiste este proyecto?
La intervención propone una gran plataforma que parecer levitar sobre un yacimiento arqueológico que apareció enterrado bajo la cota de la ciudad actual, liberando todo su perímetro y permitiendo las vistas cruzadas entre los distintos estratos históricos de la ciudad. Así conseguimos resolver con un solo gesto muy sutil los dos objetivos que perseguía el concurso: por un lado, se protege y se pone en valor el viejo yacimiento; por otro lado, a la vez, se crea sobre ellos un nuevo espacio urbano que reinterpreta la atmósfera de los jardines primitivos actualizándola a las demandas contemporáneas.
En 2021 habéis ganado un concurso restringido para un edificio de coliving en el barrio de Tetuán en Madrid. ¿Qué caracterizará esta promoción residencial?
La propuesta de concurso plantea crear un gran hogar expandido, en el que distintas células habitacionales mínimas comparten un generoso programa de espacios compartidos (cocinas, áreas de coworking etc.) Entre ellos, cobran especial importancia los espacios exteriores, entendidos como extensiones de los ámbitos más públicos del conjunto.
¿En qué otros proyectos estáis trabajando actualmente?
Estamos desarrollando un pequeño bloque de viviendas en Madrid, una plaza urbana en el conjunto de las Murallas Reales de Ceuta y el proyecto para la rehabilitación de la Possessió de Raixa como refugio de montaña y escuela agroforestal en Bunyola (Mallorca). Ojalá también podamos retomar pronto una obra que tenemos mucho cariño y que quedo a medias por la pandemia, un pequeño pabellón de catas para una bodega en La Seca (Valladolid), de donde es Javier Alejo.