01estudiohagoEstudio Arquitectura Hago es una sociedad dirigida por Emilio Delgado-Martos y Antonio Álvarez-Cienfuegos Rubio. Emilio y Antonio establecieron su oficina en Madrid en 2005, dando empleo a ingenieros, diseñadores industriales, diseñadores gráficos, investigadores y arquitectos en estrecha colaboración, involucrados desde el principio del proceso de diseño. En el despacho han diseñado una amplia gama de proyectos desde la pequeña escala de una casa privada a la gran escala del diseño urbano.
Estudio Arquitectura Hago ha terminado recientemente el Museo de Bellas Artes de Badajoz (España), nominado para el Premio de la Unión Europea de Arquitectura Contemporánea – Premio Mies van der Rohe 2015. Entre sus otros proyectos recientes encontramos 4 bungalows (Badajoz, 2011), casa de RG (Badajoz, 2011) o una oficina dental (Málaga, 2012), entre otros. El despacho también participa en competiciones internacionales en Eslovenia y Alemania.

«Todos nuestros proyectos comparten el interés por la relación entre la Escala y el Hombre.»

¿Por qué apostasteis por la arquitectura como vuestra profesión?
Antonio:
A día de hoy me resulta difícil valorar por qué decidí estudiar arquitectura. Tuve claro desde un principio que quería tener una formación artística y eso motivó el acercamiento a la arquitectura. Quizá la clave está en por qué decidí apostar por hacer el tipo de arquitectura que hacemos. Sí que creo que eso fue una decisión consciente y arriesgada. En el entorno pre-crisis, el mercado de trabajo te incitaba a firmar proyectos o involucrarte en estudios que participaban en grandes proyectos inmobiliarios. La opción de trabajar en estudios que se dedicaban a un tipo de arquitectura más propositiva fue una apuesta voluntaria, contracorriente, que a largo plazo sí que creo que fue una verdadera decisión.
Emilio:
No tengo muy claro por qué opté por la arquitectura aunque ahora sí tengo muy claro la razón de ser arquitecto. Creo que encontrarse con una profesión es encontrarse con la propia vocación y además considero que este encuentro no se limita al mero descubrimiento sino que, de alguna manera, se debe actualizar en el tiempo. Lo que más me apasiona de la arquitectura es la posibilidad de estar involucrado en procesos creativos que tratan de dar respuesta a problemas reales en las ciudades y en definitiva a la realidad del ser humano. Esta condición de servicio es la que me lleva a apostar por esta profesión.

¿Cómo os conocisteis y decidisteis fundar Estudio Arquitectura Hago?
Trabajamos juntos durante varios meses en el estudio de Alberto Campo Baeza en 2001 y, desde ese encuentro, comenzamos a realizar algunos concursos. Poco a poco, sobre todo a partir de 2005, empezamos a colaborar en pequeños proyectos y en el año 2007 ganamos el concurso de ampliación del Museo de Bellas Artes de Badajoz. Fue en ese momento cuando vinculamos nuestras vidas profesionales a Estudio Arquitectura Hago.

02 03
Nueva escuela de negocios UFV ADEN en Madrid
Ampliación de la Hospedería Conventual de Alcántara en Cáceres

En estos diez años de actividad, ¿cómo ha evolucionado el despacho?
El tamaño de la oficina no ha sufrido cambios sustanciales durante todos estos años. Hemos apostado por un estudio de arquitectura pequeño en el que se pueda controlar con precisión el trabajo que ha ido surgiendo. Quizás el cambio más sustancial ha sido el cambio de estructura de las colaboraciones, que inicialmente se daban con compañeros y amigos mientras que en la actualidad buscamos relaciones más profesionales. Esto significa que procuramos rodearnos de los mejores profesionales que conocemos para conseguir el mejor resultado.
Consideramos que se han producido cambios en la manera de trabajar debido al tipo de proyectos que hemos ido construyendo y gestionando. Nuestra experiencia profesional y trayectoria nos avalan de manera determinante frente a muchos clientes públicos y privados. Igualmente la estructura de las colaboraciones que mantenemos se han enriquecido manteniendo colaboraciones profesionales estables con otros estudios europeos, lo que nos está permitiendo comenzar a desarrollar concursos de manera estable en países como Alemania.
 
Habéis desarrollado desde viviendas, clínicas dentales, museos, escuelas de negocios o la rehabilitación y ampliación de la Hospedería Conventual de Alcántara. ¿Cómo se encaran en el estudio proyectos de tipologías, escalas y localizaciones tan diferentes?
No creemos que las tipologías sean determinantes a la hora de encarar los proyectos. Nuestro proceso de trabajo se nutre de la diversidad de problemáticas a las que nos hemos enfrentado, pero se fundamenta en una línea de investigación con la que hemos trabajado desde el principio. Para nuestra oficina todos los proyectos suponen una búsqueda de oportunidades, que en la mayoría de ocasiones están ocultas y que residen en el programa funcional, en las relaciones, en la localización, en la tipología, etc. Nunca sabemos a priori dónde están, quizás lo apasionante de nuestro trabajo es saber que siempre existen y cuál es la manera de generar un proceso para desvelarlas. Esta búsqueda supone de un valor añadido en nuestras obras y se materializa en ideas que son capaces de cristalizar nuevas experiencias a través de espacios, vistas, soluciones tipológicas o constructivas. En esas oportunidades está el valor de nuestra arquitectura y en ellas confiamos que resida la capacidad de permanencia en el tiempo.

¿Qué tienen en común desde un punto de vista de voluntades arquitectónicas vuestros diferentes proyectos realizados en este tiempo?
Consideramos que todos nuestros proyectos comparten el interés por la relación entre la Escala y el Hombre. Consideramos que la escala que se define en cada intervención es la que establece relaciones más directas con las personas que ocupan nuestros edificios y confiamos a la Escala gran parte del protagonismo de nuestra arquitectura. La escala para nosotros no solo va asociada al tamaño de los espacios, sino al concepto y el uso de los materiales y a la forma de interpretar la construcción de los vacíos y los llenos de algunos de nuestros proyectos. El museo de Bellas Artes de Badajoz vertebra múltiples relaciones de escalas espaciales, arquitectónicas y visuales que consideramos son las que resultan más atractivas a la experiencia del visitante. Pero existen otros trabajos de escala, como el realizado en los 4 bungalows, donde el espacio habitable parece quedar confinado por el ajustado hueco que nos ayuda a reconocer, enmarcar y disfrutar del maravillo paisaje. O la casa RG, cuyos volúmenes definen dos escalas dependiendo si el edificio se ve desde la calle o se disfruta desde su interior, en este caso y a nuestra parecer descubrimos en este edificio una doble escala: urbana, desde el exterior, donde sus volúmenes explican una cierta monumentalidad y abstracción; otra doméstica, desde el interior de la parcela, donde se reconoce la ajustada tipología residencial que tuvimos que resolver, y donde se abren los amplios espacios destinados a la vida familiar.

«Una de las experiencias que más nos complace es que las personas que viven los espacios que diseñamos se sorprendan todos los días. Saber que las ideas construidas son capaces de reverberar en el tiempo.»

05

Uno de vuestros proyectos con más repercusión es el Museo de Bellas Artes (MUBA) de Badajoz, que os valió una nominación a los Mies van der Rohe 2015. ¿Qué objetivos os planteasteis en esta obra?
Uno de los parámetros que más influyó en la propuesta arquitectónica fue el entorno. Más allá de una simple interpretación estética, consideramos necesario hacer una lectura más amplia de todo el centro histórico considerando qué tipo de intervención podría suponer una mayor puesta en valor del mismo.

Apostamos por integrar la institución en la trama urbana a través de luz y espacio. Consideramos que el entorno precisaba de una tipología que permitiera establecer diálogos más amplios entre los contenidos expositivos y la ciudad. El hecho de que el entorno contara con un claro eclecticismo formal nos permitió apostar por una arquitectura que no centrara su discurso en una mímesis compositiva sino en una búsqueda de un diálogo con el ciudadano.
El reconocimiento de los espacios expositivos desde la vía pública, la apertura del patio interior hacia la calle y la idéntica apuesta formal y tipológica de las soluciones arquitectónicas en los dos edificios (exposición permanente y exposiciones temporales) son algunas oportunidades que el proyecto revela en el entorno, potenciando a la vez el valor de la institución y del centro histórico de la ciudad.
 
¿Qué os gustaría que experimentaran lo usuarios de vuestros edificios?
Nos satisface pensar que los usuarios de nuestros edificios recuerden alguno de sus espacios o que experimenten algunas de las pretendidas oportunidades que tratamos de sugerir. Es inevitable en todo caso que la experiencia de vivir la arquitectura despierte emociones personales, de modo que en el fondo pensamos que tampoco tenemos tanta capacidad de control sobre el usuario. Una de las experiencias que más nos complace es que las personas que viven los espacios que diseñamos se sorprendan todos los días. Saber que las ideas construidas son capaces de reverberar en el tiempo es una de las cuestiones que más nos fascinan. El paisaje que siempre sorprende, la marca con la que siempre te identificas, el espacio que siempre recuerdas. Cuando recibimos esta impresión de las personas que habitan nuestros diseños sabemos que no lo estamos haciendo mal.
 
¿Qué proyectos tenéis en marcha?
En estos momentos estamos finalizando tres proyectos: la ampliación y rehabilitación de la Hospedería Conventual de Alcántara, la rehabilitación y reforma de una vivienda en un pueblo de Ávila y la conversión de un Centro de Día en Centro Residencial en la población de La Coronada (Badajoz).

En la oficina estamos desarrollando un proyecto en colaboración con el iconógrafo Marko Rupnik para construir una capilla en el campus de la Universidad Francisco de Vitoria, al igual que esperamos poder concluir toda la operación de Ampliación del Museo de Bellas Artes de Badajoz, del que queda pendiente ejecutar una segunda fase.
A nivel de concursos estamos optando por tratar de amortizar nuestra experiencia en usos culturales y rehabilitación participando en todos los relacionados con estos aspectos tanto dentro como fuera del territorio nacional.
 
¿Qué papel debería jugar un arquitecto en la sociedad hoy en día?
Pensamos que el arquitecto debe ser un catalizador. Esto significa que debido a su condición de ser capaz de posibilitar la construcción de espacios y de ser a su vez interlocutor con los promotores de las necesidades, el arquitecto se debería consolidar como un agente a tener en cuenta en la toma de muchas decisiones que afectan a la planificación de las ciudades y del territorio.

La presencia del arquitecto resulta fundamental para hacer realidad los proyectos, no solo por su compromiso (desmedido casi siempre), sino también por su responsabilidad. La arquitectura necesita de profesionales que tengan objetivos claros de cara a abordar los proyectos.
Creemos que la arquitectura debe realizarse para el hombre y es en este aspecto en el que focalizamos todos nuestros esfuerzos. Una arquitectura centrada en la persona permite que todas las decisiones espaciales y constructivas tengan sentido.

 

Fotografías MUBA: Fernando Alda