STAR strategies + architecture es un estudio de arquitectura en Rotterdam, fundado en 2006 por Beatriz Ramo, arquitecta y urbanista española. STAR ha ganado numerosos premios en concursos internacionales de arquitectura y urbanismo, así como se mantiene activo en la investigación y la producción de textos.

«Pensamos los proyectos para que sean adaptables y anticipen posibles escenarios futuros»

 

¿Por qué quisiste ser arquitecta? La arquitectura presenta ese equilibrio entre arte y técnica; una dosis ideal de un perfil de ingeniero y otro de artista. Desde que fundé la oficina veo que también es necesario integrar una dosis de periodista o escritor o incluso de director de cine ya que los proyectos deben contar una historia que ha de ser interesante y convincente. También es necesario un poco (o mucho) de abogado, ya que con frecuencia debemos poder “defender” el proyecto varias veces desde la concepción a la ejecución. Y finalmente también necesita un poco de mentalidad de atleta de carreras: tanto de sprints cómo de maratones, porque a veces tienes que tener la capacidad de reaccionar muy rápido, y otras necesitas la paciencia y la resistencia para aguantar durante mucho tiempo.

¿Qué te influyó más de tu etapa en la ETSA de Valencia?

Sobre todo la obligación de tener siempre una razón detrás de cada decisión arquitectural. Otro aspecto que me influyó y que aprecio especialmente es la base sólida en historia (del arte, de la arquitectura de la composición arquitectónica), etc. Esto me ha servido enormemente para poner en perspectiva mis proyectos y ayudarme a componer la narrativa para explicarlos y defenderlos. Y finalmente, en Valencia y en general en las escuelas españolas la base técnica es consistente (más que en otros países) y me ha permitido después poder confrontar a algún que otro ingeniero resabidillo y tozudo.

En 2002 te trasladas a la Technische Universiteit Eindhoven. ¿Qué te lleva a quedarte en Holanda desde entonces?

Vine para hacer el sexto curso de la carrera y llevo ya 22 años… Nunca había pensado quedarme ya que aún tenía que acabar el proyecto final (y 2 asignaturas de quinto…). En la escuela de Eindhoven pude conseguir en menos meses los créditos necesarios para validar el curso entero en Valencia y decidí mudarme a Ámsterdam donde trabajé hasta final de verano. En ese momento con el billete de vuelta ya comprado y la matrícula en Valencia pagada decidí enviar mi solicitud de trabajo a OMA – porque no me quería ir si haberlo intentado. Al cabo de una semana empecé a trabajar en el estudio y tuve que posponer mis planes en Valencia. En OMA pasé más tiempo de lo previsto; ahí no importaba no tener el título, pero en la “vida real” el titulo era necesario, así que dejé la oficina para acabar la carrera. Fue allí cuando vi que después de más de dos años en Holanda desconectada de la universidad no le veía mucho sentido el mudarme a Valencia. Una vez obtenido el título me presenté al concurso Europan y luego a otro y a otro y sin haberlo planeado esto se convirtió en mi estudio. No suelo hacer planes a largo plazo. Prefiero tener los ojos abiertos día a día y ver las oportunidades que aparecen o que puedo generar.

Trabajar en OMA, ¿qué aprendizaje te supuso para luego tu práctica profesional?

En OMA descubrí el lado narrativo y más experimental de la arquitectura; el poner el proyecto en un contexto mucho más amplio que el de la propia arquitectura… Pasar de un razonamiento basado en parámetros clásicos como la luz, el material, el espacio, para enriquecerlo con algo mucho más narrativo, “sorprendente” y sobre todo conceptual, que trasciende a lo puramente material o formal. En OMA aprendí sobre todo sobre mis límites, que se expandieron enormemente… Fue una experiencia super intensa y enriquecedora que influyó inevitablemente en los años que vendrían después.

En 2006 fundas STAR strategies + architecture en Rotterdam. En estos 18 años de actividad, ¿cómo ha evolucionado?

Los primeros años se caracterizaron por la participación continua en concursos abiertos de arquitectura. Los premios permitieron la financiación de la oficina (como el Mirador del Palmeral de Elche). En paralelo lo compaginábamos con estudios autoiniciados, artículos de crítica como “Oh Verde Todopoderoso” y la colaboración con la revista MONU magazine on urbanism. Después de unos 6 años este “portafolio” nos sirvió para ser seleccionados para formar parte del AIGP – Atelier International du Grand Paris que fue nuestra entrada en el territorio francés. Los siguientes años los pasaríamos sobre todo investigando profundamente el tema de la vivienda en Francia, desarrollando estudios y modelos alternativos de vivienda, como la Co-Residencia en el 2013, cuando este tipo de modelos basados en la economía colaborativa se miraba todavía con reticencia en Francia. Estos estudios nos posicionaron como referente en ideas de vivienda y en el 2015 conseguimos un proyecto muy ambicioso de casi 300 viviendas al sur de París (START- Ivry). En el 2012 cuando empezamos a trabajar en Francia el estudio podría haber crecido al doble pero tomé la decisión de no hacerlo y no puedo estar más contenta. Tuvimos que decir ‘no’ a varios proyectos pero eso me permitió el poder seguir “siendo arquitecta” y diseñar y pensar cada proyecto, en vez de distanciarme y convertirme en el gerente de mi oficina. Es una decisión consciente que por el momento me permite seguir ‘creciendo’ como arquitecta, cosa que sería más difícil con un estudio de 30 personas.

START: Proyecto de 288 viviendas experimentales en Ivry-sur-Seine, al sur de París (Francia). Fotos: Vladimir Partalo, Nicolas Grosmond y Kamel Khalfi

En residencial trabajáis en escalas que van desde un complejo de 288 viviendas experimentales “START” en Ivry (Grand Paris) al apartamento más pequeño del mundo como es “El Cabanon” junto a BOARD. ¿Qué visión comparten ambos?

El denominador común de estos dos proyectos es la búsqueda por la optimización del espacio; optimización no entendida como reducción pero como maximización de las posibilidades. En el Cabanon tuvimos que lidiar con un espacio de menos de 7m2 donde pudimos integrar dos saunas de infrarrojos y una bañera de hidromasaje, además del resto de funciones de un apartamento convencional: cocina, baño, dormitorio, etc. En START en Paris, hemos trabajado meticulosamente los planos de las 288 viviendas para asegurarnos de que el espacio ofrece lo máximo a sus habitantes. Hemos pensado y analizado la posición de cada puerta, ventana, radiador, enchufe, para asegurarnos que permiten el máximo aprovechamiento del espacio. Las superficies son compactas y siguen los estándares de Paris para no aumentar los precios, pero nuestras viviendas ofrecen mucho más que la producción actual que desgraciadamente carece de calidad y no está pensada desde el habitante si no desde una lógica reglamentaria y financiera. Los planos de viviendas son generalmente iguales y determinados por el promotor y el arquitecto se dedica a diseñar la fachada.

Cuando reflexionáis y trabajáis en espacios domésticos ¿qué innovaciones son cruciales para lograr espacios residenciales adaptados a las nuevas demandas de la sociedad?

Nuestras viviendas en París son adaptables a las necesidades cambiantes y a veces desconocidas de sus habitantes (divorcio, vejez, aumento o reducción de la superficie, mono-parentalidad, cohabitación, etc.). Hemos creado tipologías de viviendas divisibles, agrupables, “superadaptables”, con balcones de 9m2 que se convierten en habitaciones, etc.. Hemos integrado en el proyecto salas y terrazas comunes, “habitaciones de hotel” para recibir invitados de los propietarios, etc. Todo ello bajo un presupuesto muy limitado. Lo que hemos hecho debería ser lo lógico, es decir: diseñar las viviendas y el edificio poniendo en el centro a las personas y a sus evoluciones. Este enfoque ha sido descrito en periódicos nacionales franceses como “revolucionario”… Eso nos debería alertar de la situación actual del diseño de viviendas en Francia.

¿Cómo responden vuestros proyectos al desafío climático?

Pensamos los proyectos para que sean adaptables y anticipen posibles escenarios futuros: viviendas que se pueden dividir en dos cuando los hijos se van de casa, oficinas que se transforman en viviendas, comercios que se pueden subdividir en función de la demanda, etc. Cómo arquitectos debemos diseñar proyectos verdaderamente resilientes y no contentarnos únicamente con la incorporación de energías renovables o el aislante de mejor rendimiento o los mejores vidrios térmicos; aparte de que estas opciones no siempre son posibles en presupuestos limitados, ¿de qué sirve un edificio bien aislado si se ha vuelto obsoleto al cabo de unos años? La arquitectura en sí debe ser mucho más más “renovable” y es sólo el arquitecto quien puede integrarle esta capacidad durante la fase de diseño. La capacidad de adaptabilidad de la arquitectura debería ser una obligación ya que responde directamente al cambio climático permitiendo la reutilización de edificios, prolongando su vida útil, reduciendo el CO2 al relativizar la necesidad de nuevas construcciones, contribuyendo a una ciudad más compacta, etc. La adaptabilidad de la arquitectura integra las tres dimensiones de la sostenibilidad: la social, la económica y la medioambiental.

¿Hacia dónde evolucionará el papel del arquitecto?

El papel del arquitecto puede evolucionar de manera muy distinta según las preferencias profesionales de cada uno, su nivel de implicación y sus ganas de «luchar». Para construir un proyecto de calidad en todos los sentidos la figura del arquitecto es imprescindible. Por desgracia éste no es siempre evidente ya que la credibilidad del arquitectos se ha degradado mucho y algunos clientes intentan prescindir del arquitecto lo antes posible. Por el contrario para asegurar el éxito del proyecto el arquitecto debería incorporarse al proceso lo antes posible y salir lo más tarde posible. En nuestro proyecto de Paris trabajamos con la municipalidad y el “amenageur”(gerente del terreno) desde el principio y mucho antes de la incorporación de los (cuatro) promotores – que compitieron por construir el proyecto. Este método “inverso” fue decisivo para forjar una base sólida del proyecto y además forzó a los promotores a salir de su zona de confort Este método debería utilizarse con más frecuencia. Ahora que el proyecto ya se ha entregado seguimos en contacto casi diario con los habitantes, las asociaciones de vecinos y el administrador de fincas- situación extremadamente útil para nosotros ya que al ser un proyecto experimental nos es valiosísimo obtener respuestas, reacciones, e impresiones de los usuarios.

El Cabanon en Rotterdam (Holanda) junto a BOARD.

El Mirador del Palmeral de Elche – 1r premio

Artículo de crítica «Oh Verde Todopoderoso»

MONU magazine on urbanism