Arraigado en el barrio industrial de Poblenou, el distrito 22@Innovation de Barcelona, JPAM ha participado activamente en su transformación a nivel de planificación y arquitectura de la ciudad. Establecido en 2013, el estudio parte de la práctica de Manuel de Solà-Morales, un enfoque basado en el pensamiento urbano con gran atención a la forma arquitectónica de la ciudad.
¿Qué os llevó a querer ser arquitectos?
Jorge: La arquitectura y urbanismo ofrecían una respuesta abierta e interesante sobre el mundo y la gente, la ciudad y las cosas. La arquitectura inevitablemente conecta el presente -como es el mundo- con lo que puede llegar a ser, dando respuestas concretas, hecho que la hace sumamente atractiva como espacio para pensar.
Amado: Siempre me interesó la materialidad, la forma y los procesos donde se hace real: allí toma cuerpo la actividad de las personas. Ser arquitecto me parecía la manera más real de explorar el salto entre imaginar la actividad y concretarla en su sentido más amplio: dar forma al caminar, al ver desde una ventana, al disfrutar de un evento. Trabajar con Fernando Menis, muy al inicio de mis estudios, ayudó a decantarme por la Arquitectura.
Samuel: La inquietud por entornos mejores, más sanos y vitalmente más intensos me hizo percibir la arquitectura como un camino interesante. Imaginar que podíamos hacer físicamente una sociedad mejor me inclinó en los estudios hacia el pensamiento urbano y la crítica, que se materializaba en lo arquitectónico.
¿Qué os lleva a fundar JPAM City Makers en 2013?
Fundamos JPAM en 2013, después de la muerte de Manuel de Solà-Morales, para dar continuidad a una forma de pensar que no encontrábamos en otros ámbitos ni en otros estudios. La oportunidad de ejecutar la transformación y renovación del centro de Amberes que Solà-Morales había planificado, nos dio el marco para abrir el estudio en el Poblenou, nuestro Manchester Catalán, donde estaba presente esa mezcla especial de actividades y espacios en sintonía con nuestra forma de hacer.
Explicáis como herencia la práctica de Manuel de Solà-Morales para vuestro enfoque basado en el pensamiento urbano…
Fueron casi 16 años con Manuel de Solà-Morales. Él nos transmitía la exigencia de pensar la ciudad como algo complejo, valorando las relaciones entre los espacios públicos, infraestructuras y edificios, tanto a nivel físico como social. También reconociendo los cambios y transformaciones contemporáneos, anticipándolos de forma abierta y expresiva, e integrándolos en el proyecto de la ciudad y su arquitectura.
¿Por qué apostáis como núcleo de interés la ciudad y su transformación?
En el contexto de emergencia actual, las ciudades están mayoritariamente construidas y es necesario intervenir para reconocer los cambios en las necesidades sociales, la exigencia ambiental y la mejora de la vida de las personas: esto exige plantear ideas transformadoras y potentes donde el urbanismo y la arquitectura han de aportar mucho. A pesar de sus debilidades, la ciudad es la solución a muchos problemas y quizás sea la más efectiva de todas.
Co-creación, enfoque artesanal con nuevas tecnologías, innovación enfocada, reutilización de lo existente… ¿qué más factores son claves en vuestro enfoque?
Nos interesa enormemente la innovación focalizada en transformar la ciudad existente, dar nuevas respuestas para regenerar la ciudad y garantizar el impacto social y sostenible que se persigue. Queremos dar respuestas concretas, pero abiertas: el mundo evoluciona muy rápido y no podemos imaginar ni edificios ni planeamientos estáticos.
Transformación de un tramo de la Gran Vía de Barcelona en un paseo arbolado – junto a Esteyco y TRN Trayet
El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto como fecha de inicio principios de 2024 para la transformación de un tramo de la Gran Vía en un gran paseo arbolado. Proyecto que ganasteis en UTE junto a Esteyco y Trn Trayet. ¿En qué consistirá este trabajo?
Se puede leer a muchos niveles: en la escala próxima, abrirá una gran cubierta ambiental sobre los túneles de la Gran Vía, casi 500 árboles en una situación de alta complejidad técnica creando un entorno amable con el ciudadano, donde coincidirán los vecinos y visitantes de la Plaza con los usos eventuales en los ámbitos más abiertos; en otra mirada, restituirá la conexión entre el Poblenou/distrito 22@ y el Clot, rota por la acumulación de grandes infraestructuras, clarificando el paso de Llacuna y la rambla del Poblenou, y apostando también por enlazar los barrios de Sant Marti con la Plaza de las Glorias. Esto segundo permitirá extender el beneficio de la transformación y generar dinámicas urbanas nuevas entre barrios.
¿Cómo incorporar desafíos como el climático o el demográfico al repensar las ciudades?
En el siglo XXI lo central será compartir y reorganizar las relaciones entre edificios y espacios públicos. Los edificios compartirán sus recursos -aguas, energía- entre ellos y aportarán lo que ahora consideramos residual. De la misma manera, estamos transformando nuestra forma de vivir radicalmente, cosa que reclama abordar los problemas habitacionales de manera innovadora, imaginando nuevas formas de habitar, envejecer, estudiar… Urge un cambio en los planteamientos políticos y urbanos que Europa, en muchos países, está liderando.
Uno de vuestros últimos trabajos ha sido también una residencia de estudiantes para VITA en el Poblenou. ¿Qué innovaciones habéis aplicado en este proyecto a la hora de concebir una nueva forma de habitar la ciudad?
En Vita se ha reflexionado fuertemente sobre la forma de las nuevas comunidades universitarias, expandiendo la experiencia para participar más con el barrio y el Poblenou: hoy estudiar significa implicarse en la vida de ciudad, no aislarse en un monasterio cerrado.
Hemos buscado diversificar las habitaciones, asociando distintos usuarios, que se encuentran transversalmente en los espacios internos -jardín, cubierta, espacios interiores- expandiendo la experiencia universitaria. También, rompiendo el hermetismo de la planta baja, asociando las actividades -sentarse, estudiar, comer, lavar la ropa o tener ocio- con la comunidad histórica del Poblenou y facilitando espacios exteriores de encuentro, estimulando el carácter abierto y cosmopolita de la comunidad.
¿En qué otros proyectos estáis trabajando?
Iniciamos los trabajos de concreción del Plan Director Urbanístico Metropolitano en el ámbito Besos, con el Área Metropolitana de Barcelona, donde se definirá sustancialmente la Barcelona del futuro. En Barcelona estamos contribuyendo en la “Ciudadela del Conocimiento”, uno de los mayores Hubs científicos que involucra al Barcelona Institute of Technology (BIST) y contribuyendo a la transformación del 22@ en varios sectores. En Tarragona, desarrollamos la excepcional finca de La Savinosa, transformando el antiguo preventorio en un nuevo clúster cultural como una de las acciones más decididas de la Diputación de Tarragona.
Con las obras de Gran Via, empezaremos también la renovación de la Avenida Alfonso XIII, que volverá a ser uno de los paseos troncales más importantes de Badalona, pacificando el tránsito, introduciendo dos carriles bici metropolitanos y restituyendo su condición arbórea.