Este estudio multidisciplinar de arquitectura y diseño está dirigido por Elisa Battilani y Angel Cerezo Cerezo desde hace más de 10 años tras su paso por grandes oficinas holandesas, con 15 años de experiencia profesional. En CREAM basan su proceso y sensibilidad en las condiciones del lugar y la ecología creando un valor añadido sostenible en sus proyectos, edificaciones y entornos. Desarrollan viviendas energéticamente eficientes, oficinas, espacio público y paisaje y proyectos de innovación. Han trabajado y trabajan para empresas como la Fundación ONCE, Aguas de Barcelona AGBAR y diferentes real estates e inversores entre otros..

«Nuestra arquitectura es contemporánea, con sistemas tradicionales, pasiva y sostenible»

 

¿Qué os gustó de la arquitectura para hacer de ella vuestra profesión y actividad?
Ambos somos personas pragmáticas y que miran a su alrededor imaginándolo atractivo y funcional a su uso. Nos gusta imaginar cómo los espacios pueden modificarse y mejorar la calidad de vida de quien lo vive. La arquitectura es un instrumento mágico porque transforma el tejido social permitiendo imaginar y construir lugares acogedores.
Esta curiosidad y amor para hacer del nuestro entorno un lugar bonito y agradable nos hizo elegir esta profesión. Así que es casi más por vocación y curiosidad por construir, además que nos encantaba desde pequeños el dibujo técnico y el artístico.

¿Qué os llevó de conoceros en la Universidad Tecnológica de Eindhoven TU/e en Holanda a unir vuestras trayectorias en vuestro propio despacho?
Nos conocimos durante nuestro último año de estudios en Holanda, y después de terminar la carrera en nuestras respectivas universidades (ETSAVallès-UPC-Sant Cugat y Politècnico di Torino), entonces seguimos nuestra formación trabajando en estudios de arquitectura de Rotterdam durante varios años, hasta que por nuestra cuenta ganamos varios concursos y premios. Ahí decidimos unir nuestras trayectorias. Nuestro trabajo mezcla el pragmatismo holandés con la estima y sensibilidad mediterránea del valor del lugar.
Unir fuerzas fue acertado. El despacho ofrece una gran capacidad para resolver problemas con un criterio técnico y a su vez a través del proceso creativo del diseño. Somos una oficina creativa y técnica, esto hace nuestros proyectos únicos y diferentes.

Previamente habéis trabajando en grandes despachos de arquitectura nacionales e internacionales ¿qué os ha marcado más de estos profesionales a la hora de aplicarlo en vuestros proyectos?
En una etapa inicial nos desarrollamos aprendiendo la profesión trabajando en diferentes despachos, aprendimos a ofrecer un compromiso con los clientes, los proyectos y la arquitectura con la rigurosidad exigida en cada etapa del proyecto y la gestión en la obra. En definitiva, la importancia de decidir cada detalle (técnico, creativo, energético, económico…etc).
Con Blanca Lleó Arquitectos Asociados (Madrid) se aprendió su maestría e inteligencia creativa para mejorar el habitar residencial. En KCAP-Kees Christiaanse Architects and Planners (Rotterdam) aprendimos la importancia de la ciudad, el diseño urbano y el espacio público. En Juurlink en Geluk (Rotterdam) su pasión por el diseño del paisaje. En Waterstudio (La Haya) su especialización en el diseño de arquitectura y la relación con el agua. También aprendimos de nuestros maestros y profesores: Coque Claret, Dani Calatayud, Pierre Alain Croset, José Antonio Martínez Lapeña, H arquitectes..

Basáis vuestro proceso de trabajo y sensibilidad en las condiciones del lugar y la ecología creando un valor añadido sostenible en sus proyectos, edificaciones y entornos. ¿Por qué esta apuesta tan decidida por la sostenibilidad ya desde hace años?
Uno de los pilares de nuestra arquitectura es la sostenibilidad. Pero también es importante no sólo que sea sostenible, sino que además en cada decisión se imponga el sentido común, que haya un criterio técnico a partir de un conocimiento (know-how). Por eso nos contratan y es nuestra garantía de éxito. Pero si hacer algo sostenible implica un gasto irracional de recursos, elementos tecnológicos o gadgets no tiene lógica. Hay que mirar a la naturaleza y tener una actitud activa, propositiva y resiliente.
Desarrollamos la sostenibilidad en la edificación y en espacios públicos adecuando nuestros diseños a los criterios más innovadores y respetuosos con el medio ambiente y además tenemos en cuenta todas las fases (directa e indirecta) y huellas (ecológico e hídrica).

Acondicionamiento y restauración paisajística del Parc de les Aigües, Cornellá de Llobregat (Barcelona). Fotografías: Studio Tuli Giulia Deambrosi

Proyectáis desde viviendas, promociones de pisos, a oficinas, proyectos de retail y restauración hasta proyectos de espacios exteriores, jardines y paisaje. ¿Qué valores son comunes en vuestros trabajos?
En CREAM estudio apostamos por la especialización y la multidisciplinariedad, un buen diseño es el resultado del trabajo colaborativo combinado con valores sostenibles, innovadores y sensibles que transforman un edificio, un espacio o un lugar en una solución única que responda a las necesidades (familiares, de hábitos, económicos, requerimientos, etc).
El despacho ofrece un servicio integral de arquitectura en diferentes líneas de especialización:
1. Proyectos de diseño del paisaje y outdoor sostenibles corporativos, con recogida, retención, acumulación de agua de lluvia y reutilización. Sistemas circulares y ciclos cerrados. Son soluciones basadas en la naturaleza, drenajes sostenibles, alineados con los objetivos ODS.
2. Rehabilitaciones y reformas integrales upgrade hasta niveles ClaseA mejorando la eficiencia energética y permitiendo el promotor tramitar la subvención del Programa de ayudas Next-Generation. Además, puede hacerse llave en mano. Verificamos la reducción del consumo de energía primaria no renovable y la mejora de la calificación energética.
3. Casas eficientes con construcción tradicional hasta niveles de ClaseA y passivhaus a coste ajustado, con diseño minimalista y funcionalidad. Hogares donde vivir mejor que logran el máximo confort con el mínimo gasto energético. Hacer esto con construcción tradicional es posible, más sostenible y económico.

Con Aguas de Barcelona AGBAR habéis desarrollado intervenciones de diferente escala en el Parc de les Aigües en Cornellà de Llobregat en las que ha cobrado gran importancia la gestión del drenaje maximizando la eficiencia y la huella hídrica. ¿Cómo habéis logrado la ordenación y transformación de este espacio con proyectos de ciclos cerrados?
Primero teniendo desde el inicio una serie de objetivos claros como la recuperación del parque y sus elementos existentes (el ecosistema, los edificios patrimoniales, el jardín industrial, la zona agrícola y cultivo de frutales..) para poner en valor un espacio corporativo y obtener para el visitante una experiencia. Resultando en sí un espacio duradero, optimista, ecológico, resiliente, funcional y respetuoso con el medio ambiente, el lugar y además con el acuífero subterráneo existente. Los ciclos cerrados son el valor añadido del parque. El proyecto se realiza a través de soluciones basadas en la naturaleza (NBS) y además es un instrumento pedagógico y didáctico para el visitante del Museo.
Se aprovecha el espacio exterior para captar y recoger agua a través de sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS), estos permiten maximizar la permeabilidad del suelo, la infiltración y la retención de la lluvia en el lugar, reutilización para usos compatibles (riego) y recargar los niveles freáticos, consiguiendo así un ciclo cerrado y sostenible.
Se utilizan diferentes sistemas resilientes, desde geoceldas de retención, zanjas de infiltración, drenajes filtrantes, pozos de retención, jardines de lluvia, cunetas verdes etc hasta el uso de vegetación de bajo requerimiento hídrico, materiales naturales, industriales avanzados y drenantes que mejoran el rendimiento. Prestando atención a cada detalle (la travesía de las escalas decía Gilles Clément) nos animamos hasta a diseñar nuestra propia familia de luminarias urbanas CREAM con la empresa especializada Escofet 1886.

En el campo de la arquitectura residencial apostáis por viviendas energéticamente eficientes, pasivas y, si es posible, NZEB. ¿Cuáles son las claves para lograr estos proyectos sostenibles con precios asumibles y sin renunciar al confort?
La clave es ofrecer un serio compromiso y sentido de la responsabilidad. Intentamos construir de forma inteligente, con el uso de materiales, sin olvidar la estética y la calidad. El objetivo es ajustar el presupuesto y sacar el máximo partido a las posibilidades que nos den y sobre todo conseguir hacer ahorrar al cliente siendo viviendas pasivas.
Otra clave para conseguir un precio razonable y ajustar es basarse en sistemas constructivos tradicionales y otros contemporáneos tecnificados. Estos son muy sostenibles si se basan en el sentido común y permiten obtener el máximo grado de confort con el mínimo gasto energético. No olvidemos que construimos en el clima mediterráneo, por eso nos interesa la arquitectura vernacular, entender el lugar, la construcción tradicional de los payeses, las casas con patio, los espacios intermedios, etc a hacer casas de madera copiando un modelo escandinavo que responde a otro clima y lugar. La casa se debe de adaptar a los períodos de frío como de mucho calor y sus intervalos de temperatura. Es esencial la orientación, la ventilación, el soleamiento, así como los materiales sostenibles y ecológicos. Todo esto está únicamente en la mano del arquitecto decidir cómo conseguirlo.

¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente en el estudio?
Al ser una oficina multidisciplinaria y especializada estamos desarrollando diferentes encargos como la rehabilitación de edificios enteros con sistemas eco sostenibles, obra nueva de varias viviendas tradicionales passivhaus a precio ajustado, cambios de uso de locales a vivienda para inversores de escala mediana y el diseño de espacios exteriores y jardines corporativos y de oficinas para empresas que curiosamente nos llaman después de ver y disfrutar del jardín de mariposas y el hotel de insectos además del acondicionamiento exterior ejecutados.

¿Hacia que modelo de ciudad creéis que deberán evolucionar nuestros municipios en los próximos años?
El modelo de ciudad debe evolucionar e innovar teniendo en consideración la situación actual de cambio climático y la escasez de recursos. Debe de ser una ciudad sostenible, funcional y con responsabilidad social. Rem Koolhaas lo denomina ‘cómoda, segura y sostenible’. Para la edificación es básico mejorar y transformar el parque de viviendas obsoleto energéticamente, la rehabilitación debe garantizar y mejorar la calidad de vida. Y para el espacio exterior debe de ser una ciudad permeable que ponga en valor el agua debido a su escasez, sin fracturar el ciclo natural, un cambio de paradigma de una ciudad que evite que la lluvia caiga y desaparezca rápidamente hacia el alcantarillado debido a la sucesión de grandes superficies impermeables pavimentadas con consecuencias como la erosión del territorio, inundaciones, escorrentías contaminadas, etc.

Vivienda unifamiliar urbana sostenible en El Prat de Llobregat (Barcelona). Fotografías: Studio Tuli Giulia Deambrosi