Tomeu Ramis, Aixa del Rey y Bárbara Vich, arquitectos por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), fundan FLEXOARQUITECTURA en 2002, después de colaborar en los estudios de Claus & Kaan (Rotterdam), CollLeclerc (Barcelona) y Víctor Rahola (Barcelona). El estudio ha sido distinguido con los siguentes premios; Premio Ciutat de Palma 2011, Premios de arquitectura de Mallorca 2007- 2011, Premios de arquitectura de Menorca 2004-2008, Premios AJAC 2014, finalista en los Premios Arquia/Próxima 2012, así como seleccionado en los premios FAD 2011, nominado a los premios Mies van der Rohe 2013 y seleccionado en los Iakov Chernikhov Award 2012, entre otros premios.
«La relación entre lo individual y lo colectivo es un planteamiento que nos interesa.»
¿Por qué decidisteis apostar por la arquitectura como vuestra profesión?
Tomeu: En mi caso, no fue una apuesta del todo consciente, en realidad, me sentía atraído por los mismos temas que me siguen fascinando hoy; la capacidad relacional de la profesión, es decir, la posibilidad de relacionar disciplinas y escalas muy dispares para sintetizarlas en un proyecto determinado.
Aixa: En mi caso también fue un poco azaroso, en ese momento estaba más interesada en la rehabilitación de edificios, en otros países existía esta formación específica pero en España no, así que fue más un plan B que me ha deparado sorpresas fantásticas. También me parecía que era una carrera que me permitía anular la casi traumática distinción entre ciencias y letras puras que sufrimos en la formación del antiguo Bachiller.
Bárbara: Por ser una disciplina que combina proceso creativo con conocimientos de técnica.
¿Qué os sirvió más de vuestra formación académica a la hora de desarrollaros como arquitectos?
Seguramente fueron dos temas que no están directamente relacionados con ninguna asignatura en concreto; en primer lugar, desarrollar una mirada atenta y desprejuiciada frente a todo lo que nos rodea, de este modo, todo se convierte en posible material de proyecto y en segundo lugar, como decíamos antes, frente a la especialización, la capacidad relacional, es decir, aprender a relacionar distintas capas de información (escalas, especialidades, etc.) en un solo proyecto.
Casa Cala d’Or (Mallorca) | Sandwicheria BLITZ (Barcelona) |
¿Cómo surgió el despacho Flexoarquitectura?
Flexo Arquitectura surgió a raíz de una buena amistad y de intereses compartidos, pero sobre todo, de la obtención de un primer premio en un concurso convocado por el IBAVI (Instituto Balear de la vivienda) en el año 2002 para la construcción de 25 viviendas protegidas para jóvenes en Menorca. En ese momento, los tres trabajábamos en distintos despachos y al obtener nuestro primer encargo, dejamos los despachos y montamos la empresa.
Vuestros primeros proyectos construidos fueron sendos edificios de viviendas sociales en Menorca y Barcelona. ¿Qué innovaciones intentasteis introducir en estos proyectos de cara a adaptar estos espacios a las nuevas formas de habitar?
Nuestros principales intereses en aquel momento responden a dos preguntas que aún nos parecen fundamentales; en primer lugar y en relación al individuo, ¿De qué modo definir una vivienda que no determine pero sí estimule la manera de ser habitada?, o dicho de otro modo, ¿Como proyectar una vivienda que no “proyecte” la vida del usuario?, y en segundo lugar y en relación al conjunto de individuos ¿Es posible definir áreas de uso colectivo que estimulen la relación entre los distintos usuarios?. La relación entre lo individual y lo colectivo es un planteamiento que nos interesa, no sólo cuando trabajamos la vivienda, sino cuando tratamos otros programas y escalas (equipamiento público, espacio público, terciario, etc.)
Además de vuestros proyectos residenciales públicos y privados también habéis desarrollado espacios expositivos, proyectos de interiorismo en viviendas, bares y restaurantes. ¿Qué reto supone trabajar en este ámbito?
No creemos que haya grandes diferencias, en realidad, todas las escalas y programas tratados mantienen, en nuestro caso, unos intereses constantes; la indeterminación, los sistemas abiertos, los espacios intersticiales, la relación individual-colectivo, etc.
Aunque es cierto que, trabajar en los ámbitos que mencionas, normalmente supone hacerlo con presupuestos y tiempos de entrega muy limitados, por lo que la presencia constante en obra, con la toma de decisiones que conlleva, se convierte en algo fundamental. En cierto modo, la obra se convierte en el lugar donde se toman la mayor parte de las decisiones, por lo que es necesario plantear estrategias abiertas que permitan ir adaptándose al proceso de obra sin perder los rasgos fundamentales del proyecto.
Con este tipo de trabajos, el feedback con el cliente y el usuario es más inmediato.
«Nos interesa el entorno como algo más indefinido y cambiante, sobre todo en la acepción de entorno como todo lo que rodea a esa obra; la coyuntura, la relación con el pasado, el entorno cultural, la economía, etc.»
¿Qué respuesta habéis tenido en proyectos tan exitosos como el restaurante Oval o el Bar Blitz, por citar unos ejemplos?
La respuesta ha sido muy positiva. Cuando el cliente es el futuro usuario, la implicación del mismo durante todo el proceso de proyecto es fundamental, en ningún caso entendemos al cliente como alguien a quien convencer desde un supuesto paternalismo, sino todo lo contrario, el cliente-usuario es para nosotros un agente fundamental en la suma de datos a incorporar a la complejidad del proyecto. Sin embargo y dado que la vida útil de un proyecto será casi siempre mayor que la del cliente y aunque pueda
parecer contradictorio, en todas los proyectos nos planteamos lo mismo; Cómo responder a la especificidad de un cliente y a la vez trascender su singularidad?
Vuestros proyectos están a caballo entre Barcelona y las Baleares. ¿Qué importancia tiene el entorno en la concepción de vuestras obras?
El entorno aporta los datos necesarios para articular sistemas que planteamos de manera más abstracta, es decir, el proyecto no “surge” de un modo romántico del lugar sino que más bien se define a partir de una negociación entre la especificidad del contexto (climático, topográfico, económico, etc.) y temas más genéricos que pueden compartir distintos lugares y proyectos. Nos interesa el entorno como algo más indefinido y cambiante, sobre todo en la acepción de entorno como todo lo que rodea a esa obra; la coyuntura, la relación con el pasado, el entorno cultural, la economía, etc.
¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente?
En este momento estamos trabajando en varios proyectos entre Barcelona y Mallorca. En Barcelona, estamos terminando las obras de reforma de un local de tatuajes y una bodega, desarrollando tres proyectos de reforma de viviendas, diseñado una serie de muebles-prototipos para un particular y acabamos de iniciar la obra de una vivienda unifamiliar en el interior de Mallorca. A todo esto, también hay que añadir los concursos a los que nos presentamos con frecuencia, ya sea con invitación o abiertos.
¿Hacía dónde consideráis que se dirige la profesión?
En el contexto de la crisis económica de los últimos 6 años, la tendencia ha dejado de dirigirse, afortunadamente, hacia el crecimiento extensivo e indiscriminado de la ciudad y se ha centrado en el crecimiento interior, donde la intervención en entornos consolidados está ocupando la atención de la mayor parte de los despachos.
Entendemos, por lo tanto, que tal como apuntaba el arquitecto Philippe Vassal en una entrevista reciente; “en la ciudad contemporánea, frente a parcelar, zonificar y sustituir se tratará más bien de extender, añadir, infiltrar y solapar”, con la convicción de que la sinergia entre antiguas y nuevas estructuras transformará y reactivará áreas urbanasobsoletas generando así una nueva realidad.
Fotografías: José Hevia