Este despacho fundado en 1997 por Antoni Barceló y Bàrbara Balanzó ha desarrollado en estos 25 años de actividad todo tipo de proyectos que van desde proyectos de equipamiento, residenciales, hoteleros, oficinas, urbanismo y espacio público. Con una vinculación constante entre Mallorca y Barcelona, en todos los proyectos de Barceló Balanzó Arquitectes intentan alcanzar el equilibrio entre lo tangible y lo que no lo es, entre la forma y la técnica constructiva, entre el lugar y el contexto.

«Entendemos el ejercicio de la arquitectura como un compromiso, una responsabilidad que hace que cada proyecto sea único.»

¿Qué os llevó a dedicaros a la arquitectura? Lo cierto es que es una pregunta con una respuesta ambigua. Seguramente la elección tiene que ver con la intuición y las afinidades que hemos ido desarrollando. La relación entre la plástica, la técnica y el humanismo de esta profesión la hace especial y te atrapa.

Coincidís estudiando en la ETSAB ¿Cómo se inicia la colaboración entre los dos que os lleva a fundar el despacho en 1997? Nuestra relación tiene sus inicios en la Universidad, a principios de los años 90. En esa época, de forma natural, trabajábamos de forma colectiva. Nosotros somos del Plan 79, el plan de estudios que Bohigas reformuló y que hacía de la Escuela un lugar intenso de reflexión, con una actividad académica que propiciaba las alianzas entre los alumnos. Una de ellas fue la nuestra, que de manera natural continuó fuera de la ETSAB en el ámbito profesional.
Acabamos los dos prácticamente al mismo tiempo y en 1997 decidimos abrir el estudio y a partir de ahí empezar a concursar. Los concursos han sido la base de nuestros encargos. Mi vinculación con la Escuela de arquitectura continúa desde entonces como profesor asociado en el Departamento de Proyectos. Este año se cumplirán 25 años de historia de BBarquitectes y esperamos seguir haciendo camino, aunque no deja de ser complicado. Con el tiempo hemos creado un grupo de colaboradores estable, muy efectivo y apreciado que poco a poco se van incorporando como asociados al Estudio.

Nuevo equipamiento polideportivo en Camp del Ferro (Barcelona) Foto: Simon Garcia

Habéis mantenido la voluntad de doble oficina Barcelona-Palma de Mallorca. ¿Cómo os condiciona vuestra arquitectura esta localización en el Mediterráneo? En nuestra trayectoria siempre ha existido esa vinculación entre Barcelona y Mallorca. La condición de Balear de uno de los socios fundadores nos ha llevado a entender este binomio como si se tratara de un espacio-tiempo continuo. De forma indistinta siempre hemos elaborado proyectos en ambos lugares; lugares que, siendo muy próximos, tienen condicionantes y contextos sensiblemente diferenciados. Incluso con similares técnicas constructivas hay aspectos que las identifican. Esta relación entre ambas localizaciones nos ha llevado a que los proyectos se conecten unos con otros y que conceptos similares puedan llevarse a cabo con técnicas constructivas complementarias. Digamos que la geolocalización varía ligeramente, pero los argumentos son los mismos.

¿Qué valores arquitectónicos son comunes en todos vuestros trabajos? Entendemos el ejercicio de la arquitectura
como un compromiso, una responsabilidad que hace que cada proyecto sea único. En todos los proyectos intentamos alcanzar el equilibrio entre lo tangible y lo que no lo es, entre la forma y la técnica constructiva, entre el lugar y el contexto. Nos gustaría pensar que dentro de este proceso complejo y contradictorio nuestra arquitectura es coherente.

Vuestro estudio destaca por los numerosos proyectos de equipamientos públicos en los que habéis intervenido en estas décadas: hospitales, edificios administrativos, facultades, CEIPS e institutos, centros sociales, residencias, tanatorios, centros culturales o equipamientos deportivos. ¿Cuáles son las claves a la hora de proyectar estos espacios que toda la ciudadanía podrá disfrutar? En realidad, aunque los programas son
distintos, los planteamientos son constantes. Nos gusta pensar que la arquitectura que proponemos tiene como finalidad el bienestar de sus ocupantes; esto que parece tan trivial no lo es tanto. Para nosotros es importante aprender a mirar, a observar e interpretar de forma crítica y objetiva la realidad compleja en la que vamos a actuar. En nuestro Estudio, la dinámica adquirida para elaborar los proyectos y los concursos se nutre habitualmente de otros estudios, muchos proyectos son en colaboración. Esta percepción ajena favorece la multiplicidad de lugares de encuentro y la convivencia de distintos puntos de vista. Con ello buscamos la transversalidad en el conocimiento. Las estrategias se cruzan y se abren nuevas oportunidades. Trabajar en este tipo de proyectos para la administración supone hacerlo con un presupuesto ajustado y con poco margen de error. Exige una definición del proyecto rigurosa y precisa además de un seguimiento constante en la obra.

Uno de vuestros últimos concursos ganados es el Hospital de Atención Intermedia de Felanitx (Mallorca) junto a Sulkin Marchissio. ¿Cuál es la estrategia de implantación en el paisaje de este complejo hospitalario? El hospital de Felanitx es un edificio de carácter sanitario de una gran envergadura. Dará servicio a una parte importante de la población establecida en el sudeste de la Isla de Mallorca. Se dispone en un territorio periurbano y rústico. La implantación persigue suavizar su presencia en el territorio y dar continuidad al conjunto de espacios libres que dominan el lugar. La reducida altura de la edificación, la fragmentación del volumen mediante patios y enfatizar la relación interior-exterior en las zonas donde es preciso, son recursos convencionales que favorecen una respuesta adecuada a la escala del entorno y a su vez permite disponer de espacios agradables para los pacientes. Es un proyecto que nos ilusiona mucho, está en fase de licitación y esperamos que pronto empiece la construcción.

¿A la hora de construir lo público, cómo buscáis la perdurabilidad y a la vez la singularidad y el bienestar de los usuarios? Como hemos mencionado antes, los proyectos son únicos por muchas circunstancias. La singularidad del conjunto no es un objetivo en sí mismo, quizás es una singularidad que resulta de otras muchas ideas que surgen en el proyecto. La perdurabilidad, en cambio, sí que es un objetivo en sí mismo. Quizás por ello la cerámica convencional, en sus distintas facetas, está tan presente en nuestras obras. Por experiencia podemos decir que resulta ser un material atemporal, económico y perdurable. Admiramos aquellos proyectos que tienen la capacidad de ser flexibles, de adaptarse a los cambios y circunstancias, con una huella permanente y con poco mantenimiento.

También habéis realizado diversas promociones residenciales. ¿Qué innovaciones consideráis que son más necesarias para actualizar este segmento inmobiliario a las demandas actuales? Trabajamos en diferentes frentes en el ámbito residencial, tanto público como privado, aunque en ocasiones los objetivos no son exactamente los mismos. Respecto al habitar nos interesa la relación entre lo individual y lo colectivo. Analizar y proponer espacios mejores y más ajustados a la realidad cambiante de la sociedad actual. Hemos intentado pensar la vivienda sin hacerlo exclusivamente desde un punto de vista compositivo de la fachada o sencillamente aportando soluciones a la estricta normativa, sino más bien incluyendo criterios de flexibilidad, movilidad y adaptabilidad para dar respuesta a los diversos modelos familiares que se están dando en la actualidad.

Entre los concursos que habéis ganado en estos años encontramos diversos espacios públicos, plazas y proyectos de paisaje. ¿Qué es lo que os enamora de este tipo de proyectos? Hemos tenido la suerte de trabajar en
algunos espacios públicos de interés. Los espacios públicos tienen la capacidad de transformar la ciudad, estructurar la actividad ciudadana y crear un paisaje urbano donde quizás antes no había nada. Es emocionante contribuir en la transformación de la ciudad con estos espacios.

Apostáis por materiales y técnicas constructivas locales, así como por repensar los proyectos para su mínima demanda energética logrando que sean sostenibles y saludables. ¿Creéis que en la actualidad están las administraciones, clientes y usuarios más concienciados o aún os queda mucha pedagogía que realizar? Lo cierto es que ha habido un cambio sustancial desde hace un tiempo, y tanto las administraciones como los clientes privados han tomado conciencia de la situación. La mayoría de entidades con las que trabajamos pretender revertir la situación y plantean proyectos modélicos en este sentido. Ahora mismo hemos acabado un Proyecto para el Ayuntamiento de Barcelona con la calificación energética LEED Gold y estamos trabajando en 4 proyectos más que tendrán una calificación similar.

¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente en el estudio? Actualmente estamos desarrollando diferentes
proyectos en el ámbito público y privado, que están en distintas fases de ejecución, desde proyectos de envergadura a otros de una escala menor. Principalmente en el ámbito público estamos en fase de redacción de proyectos de carácter deportivo y docente; un complejo deportivo en Cerdanyola del Valles, dos Edificios deportivos para el Ayuntamiento de Barcelona, la ampliación del campo de Futbol de Viladecans y la ampliación de un Instituto en Mallorca. Por otro lado, estamos desarrollando proyectos residenciales para entidades públicas y privadas y proyectos hoteleros en España y fuera de España. En cuanto a las obras en marcha, es una labor que resulta ser muy absorbente, estamos con un edificio universitario en la UIB, también estamos empezando las obras de un equipamiento deportivo para el Ayuntamiento de Palma de Mallorca, terminando un Hotel en Mallorca, una obra de 99 viviendas de protección oficial en Calviá y varias promociones para clientes privados. Últimamente el estudio es un lugar de trabajo intenso en el que intentamos compaginar los concursos, siempre presentes, la redacción de los proyectos y las obras que están en marcha.