La intervención abarca 70.000 metros cuadrados situados en el entorno de la Plaça de les Glòries e incluirá la plantación de 450 árboles.
El ayuntamiento de Barcelona mantiene los planes y pone fecha de inicio —principios de 2024— para el gran proyecto de transformación de la Gran Via de les Corts Catalanes entre las calles Badajoz y la Rambla del Poblenou. Llevado a cabo por el consorcio UTE Esteyco – Trn Taryet – JPAM, este proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los vecinos, así como las condiciones medioambientales de la ciudad.
La intervención urbanística se enmarca en la gran transformación de La plaça de les Glòries, que está convirtiendo lo que era un gran nudo vial centrado en el tráfico rodado en un espacio de ciudad renaturalizado y pensado para las personas. La creación del túnel de Glòries, una de las obras de mayor complejidad ejecutadas hasta ahora en la ciudad de Barcelona, ha permitido desviar la circulación de los vehículos, liberando el tramo de la Gran Vía en el que JPAM ha desarrollado este proyecto clave para unir y revitalizar esta área urbana a diferentes niveles. Esta transformación tan necesaria, reclamada y esperada, restituye la conexión de los tejidos urbanos y sociales de los barrios de El Clot y del Poblenou.
“Esta reurbanización transformará el espacio en un paseo que conectará la zona verde de Glòries con los barrios adyacentes. Presentamos un gran arbolado como elemento central del proyecto, con ejes verdes donde la vegetación vuelve a tomar las calles y mejorar la calidad del aire y el ambiente del barrio. La intervención es un ejemplo de cómo se puede transformar un espacio urbano de manera sostenible, integrando tecnología, naturaleza y las necesidades vecinales”, afirma Jorge Perea, uno de los tres socios de JPAM junto con Amado Martín y Samuel Llovet.
“Arrelats al passeig” es el nombre del proyecto con el que JPAM ganó el concurso público en febrero del año pasado y que propone mejorar la movilidad y la accesibilidad de los ciudadanos, así como reducir los niveles de contaminación, creando, al mismo tiempo, nuevos espacios verdes para el disfrute de la comunidad.
Además, el proyecto fomentará el uso de medios de transporte sostenibles como la bicicleta, el autobús y el tranvía, disponiendo para estos dos últimos un mismo carril de uso, que permitirá ganar espacio para la movilidad de los peatones.
Concebida como un “paseo de paseos”, la renovación urbana está destinada a multiplicar la interacción entre la vida del vecindario y los peatones, asociando actividades y generando espacios diferenciados entrelazados. La organización básica prevé una cubierta ambiental, un gran bosque que estructura el paseo, en cuyo centro encontramos una zona multifuncional donde la disposición vibrátil de los distintos ámbitos permite la aparición tanto de actividades formales como informales, de aspecto lúdico o deportivo.
Este sistema de paseos se enriquece mediante la incorporación de plazas, que aportan claridad a la continuidad transversal en los desplazamientos de las personas, abriendo diagonales y fomentando la coexistencia de diferentes usos.
La intervención no solo tiene un impacto físico directo en el entorno, sino también efectos indirectos y no visibles que permiten conectar la gran zona verde de Glòries con los barrios laterales gracias a una geometría ramificada, para lograr que este “efecto verde” se propague e invada las zonas colindantes.
La gran arboleda.
El hilo conductor de esta reurbanización gira alrededor de una gran infraestructura verde, una canopia, que articula el conjunto de ecosistemas presentes en el ámbito Clot-Glòries, estableciendo continuidad con los espacios de Gran Vía y reforzando el enlace con el Parc del Clot por las calles adyacentes.
La vegetación está compuesta por un triple sistema ambiental: una gran arboleda de 450 árboles proporciona la capa aérea, los árboles más pequeños establecen matices ambientales y diversidad en el ecosistema, mientras que la capa arbustiva, en grandes parterres permeables, fija la conectividad biológica y la permeabilidad al nivel del suelo.
Esta cubierta es uno de los mayores retos del proyecto, ya que su implantación requiere solucionar la aireación, el suministro de agua y el crecimiento de las raíces en los 150 cm que quedan libres entre el pavimento y la capa superior de la sección del túnel de Glòries. Para ello, el equipo de JPAM ha investigado e implementado diferentes recursos tecnológicos que permitirán la realización exitosa de este bosque urbano.
Nueva materialidad. La piel del passeig.
Para la elección de los materiales del paseo, el despacho JPAM se ha basado en los criterios de sostenibilidad ambiental, durabilidad y mantenimiento que caracterizan las intervenciones en el espacio público en las urbes europeas más avanzadas.
Para cumplir con los estándares de sostenibilidad de la Unión Europea para el 2050 y con el objetivo de combatir el efecto isla de calor, se han elegido pavimentos de tonos claros, de esta forma se consigue un mejor índice de reflectancia y una menor absorción de la radiación solar.