El proyecto ‘Ficus Office’ hereda el nombre del árbol central que enmarca el diseño; corazón del estudio y del espacio. Un lugar donde la tranquilidad de la naturaleza gana la batalla a la frenética energía de la ciudad. El diseño de la oficina por parte de Arquid está enfocado a mejorar la salud, creatividad y eficiencia de los trabajadores, siguiendo la tendencia global del ‘tercer espacio’; un entorno que combina la comodidad del hogar con la funcionalidad de los espacios de trabajo. 

En los bajos de un edificio residencial de Madrid se escondía un antiguo almacén industrial, totalmente integrado con la ciudad y con un aspecto abandonado. En su interior, un gran ficus de 4 metros de altura que se había conservado a lo largo de los años. En la búsqueda de su nueva sede, Begoña Soto y Juan Sánchez, socios del estudio de arquitectura Arquid, descubrieron este espacio e iniciaron un proceso de metamorfosis para crear en él sus nuevas oficinas.

El estudio llama a su sede ‘Ficus Office’ y no es tanto una oficina como un lugar de reunión diseñado por su propio equipo. El ficus, que da nombre al proyecto, se ha convertido en el corazón del espacio, integrándose completamente en el día a día de Arquid. La sede es el alma del estudio hecha proyecto; un homenaje a su personalidad y un espacio para promover y potenciar las ideas que hacen posibles sus diseños.

La metamorfosis de una nave industrial en una oficina

‘Ficus Office’ es el resultado de creer en el potencial de la arquitectura heredada. La intervención se centra en preservar la identidad de la nave y adaptarla a los nuevos usos; una metamorfosis en la que Arquid fusiona los elementos de estética industrial, con su concepción de un espacio adaptado a sus necesidades y metodología de trabajo.

Al inicio del proyecto la nave se limpia por completo y se mantiene únicamente su estructura principal para no perder la esencia del espacio original. Una desnudez que permite a Arquid visualizar la altura final y real del sitio y dibujar una idea que les permita acceder y aprovechar cada rincón a lo ancho y alto del espacio.

Sobre el lienzo en blanco se empiezan a distribuir las ideas y se decide crear una nueva topografía dentro del almacén que permita aprovechar la altura completa de la nave. De esta forma, se crean varios niveles en los que se distribuyen distintas zonas de trabajo y de actividad, permanentemente comunicados entre sí a través de varias zonas de acceso. En la planta baja se distribuye la actividad principal en un espacio abierto, mientras que la planta superior alberga distintos espacios de reunión cerrados con cristaleras transparentes que abren el espacio al exterior y permiten la entrada de luz natural desde la claraboya del techo.

La nueva topografía se remata con superficies grises que son aprovechadas para distintos usos; suelo, mesa o incluso asiento. En conjunto, el espacio y la estructura integra sus elementos constructivos en la actividad diaria del estudio. Esta idea enlaza con el concepto de Arquid de contribuir al flujo de ideas entre todos los miembros del equipo.

Un entorno que combina la comodidad del hogar con la funcionalidad de los espacios de trabajo

 Todo el proceso de creación de la sede de Arquid se ha realizado bajo tres conceptos fundamentales: salud, creatividad y eficiencia. El concepto general de la oficina sigue la tendencia global del ‘tercer espacio’; un entorno que combina la comodidad del hogar con la funcionalidad de los espacios de trabajo. Espacios con atmósferas que ayudan a las personas a sentirse cómodas, potenciar el espíritu de equipo y su libertad creativa.

La historia de este proyecto parte de la voluntad de ofrecer a los trabajadores del estudio un espacio en el que desarrollarse personal y profesionalmente. Arquid aplica en este caso una arquitectura más personal que conceptual, en la que el entorno se diseña expresamente para las personas que lo van a habitar. Una idea que encaja con la forma de trabajar del equipo, en la que se potencia el transito y flujo de ideas, trabajando de forma colaborativa.

La ubicación y naturaleza del ficus original, que da nombre al espacio y se convierte en el corazón del estudio, asentó la idea de crear un espacio abierto, sin muros o separaciones, en el que fluyese esta colaboración. Ubicado en el centro de la planta baja, alrededor del ficus se distribuyen los distintos espacios de forma flexible: las mesas de trabajo, que fluyen alrededor de la estructura en líneas rectas y curvas; varios espacios ‘quiet focus’, dónde encontrar calma y concentración; las ‘meeting rooms’, donde reunirse con el equipo para sesiones de brainstorming; la biblioteca, donde encontrar material e inspiración; el graderío, que se convierte en espacio de reunión informal; y el lounge-café, para comer, charlar y hacer breaks.

Los elementos verdes fueron otra de las principales herramientas para configurar los espacios de la oficina, bajo la fiel creencia de que la vegetación ayuda a crear un ambiente más fresco y agradable. El objetivo era integrar la naturaleza en el día a día de las personas, empezando por el ficus central, acompañándolo con otras plantas interiores en las paredes, mesas y escaleras. Cada rincón se convierte en un espacio natural; un recurso para convertir la oficina en un lugar más confortable, dónde la tranquilidad de la naturaleza gana la batalla a la frenética energía de la ciudad.

El mobiliario se diseñó a medida en torno al ficus, que queda constantemente enmarcado por la luz de los lucernarios, aportando formas curvas que contrastan con la estructura lineal del edificio y que facilitan la circulación por la nave. En total, una superficie de 365m2 vestidos de minimalismo industrial y una gama cromática que hace alusión a la identidad corporativa del estudio y sus colaboradores.

Ficus Office’ representa la evolución de Arquid y sus trabajadores, un espacio que es mucho más que una oficina; un oasis de serenidad para sus agitadas vidas y un lugar en el que entrar en un paréntesis de lo urbano. El estudio ha hecho uso de las bondades de la arquitectura para crear el espacio ideal de trabajo, donde brotan ideas y en el que siguen creando más arquitectura.

Arquitectura e interiorismo: Arquid Ingeniería: Group IPS Mobiliario: Ondarreta & Akaba Paisajismo: Sefer Vinilos: Vysualsign Fotografías: G Estudios Multimedia