La muestra se podrá visitar en este espacio municipal hasta el 21 de julio.

  • Obra esencial de Antonio Lamela, uno de los grandes arquitectos españoles del siglo XX, cumplen cinco décadas como testigo atento de la historia de Madrid y de España.
  • Con motivo del cincuentenario del edificio, el Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa acoge una exposición que se inaugurará el 11 de abril y permanecerá abierta hasta el 16 de julio.

Las Torres de Colón cumplen 50 años. Proyectadas en 1969 por Antonio Lamela, fundador de Estudio Lamela (Madrid, 1927-2017), uno de los grandes arquitectos españoles de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, de quien se cumple este mes de abril dos años de su fallecimiento, es un símbolo de la arquitectura del país y del paisaje urbano madrileño.

Cinco décadas después de su construcción, su rotunda imagen de torres gemelas continúa siendo un testigo atento de la historia de la ciudad.  Es el legado de una de las obras más importantes de la arquitectura del siglo pasado de este país. Nunca antes se había construido un edificio de estas características. Torres Colón se construyó de “arriba abajo”: cada una de ellas está concebida como un volumen suspendido, donde sus cabezas equivalen a la cimentación. Con esta obra, la mirada pionera de Antonio Lamela introducía en España un sistema arquitectónico y constructivo: la Arquitectura Suspendida. Toda una revolución.

El edificio, que fue reconocido en el Congreso Mundial de Arquitectura y Obra Pública celebrado en Nueva York en 1975 como la obra de más avanzada tecnología hasta la fecha, supuso un hito, pues casi no existían antecedentes de una construcción similar en el mundo.

Emblema y síntesis de la arquitectura de Antonio Lamela, y, sin duda, su obra más querida, Torres Colón ha tenido una vida azarosa, quizá como corresponde a un edificio tan excepcional. Sufrió un periplo de paralizaciones y problemas burocráticos (el Ayuntamiento de Madrid incluso llegó a ordenar su demolición parcial) sorteados gracias al tesón del arquitecto y a la solidez de sus planteamientos.

Hoy, pese a ciertos cambios en su imagen original, el edificio mantiene la esencia con la que lo concibió el arquitecto: el volumen bajo rasante del estacionamiento, la planta baja con doble altura (retranqueada para liberar un imponente espacio en la encrucijada que forma la desembocadura de la calle Génova y el paseo de la Castellana), el cuerpo intermedio, y las dos Torres, de 20 plantas cada una. El resultado son dos construcciones esbeltas gracias a la permeabilidad visual entre ambas. De hecho, su sutil desplazamiento evita que al contemplarse desde cualquier punto de Madrid se superpongan en la mirada del espectador.

“Torres Colón es con seguridad una de las obras más importantes de la arquitectura del siglo XX, no solamente a nivel nacional, sino mundial, tanto por su concepto y valor arquitectónico, como por lo que ha representado para la Ingeniería Estructural de la edificación en el ámbito internacional. Su enorme valor ya pertenece a nuestra historia colectiva y es patrimonio de todos”, señala Carlos Lamela, presidente de Estudio Lamela e hijo de Antonio Lamela.

Sin duda, estas Torres únicas merecen la máxima protección. El Pleno del Consejo Regional de Patrimonio Histórico ha instado a proteger la estructura de la obra, aquella que introdujo por primera vez en España la Arquitectura Suspendida, es decir, proteger el proyecto original que se encuentra intacto bajo la actual piel exterior diseñada en la remodelación que realizó Estudio Lamela en 1989 por exigencias urbanísticas, para poder ser reversible en cualquier momento y devolver su imagen original al edificio.

El Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa acoge esta exposición, además de por su cercanía física con las Torres, por la importancia de su construcción, que recurrió de forma pionera a la Arquitectura Suspendida, y de su diseño. Las Torres forman parte de la historia del Centro desde su inauguración en 1977.