AGi architects gana el concurso para intervenir en 18 yacimientos galaico-romanos de Pontevedra
El proyecto In Natura Veritas, del estudio español AGi architects, ha sido elegido para la restauración y musealización de los 18 yacimientos galaico-romanos de la provincia de Pontevedra.
Tras el fallo en 2016 del concurso promovido por el Ministerio de Fomento y la Diputación de Pontevedra, al que optaron 26 propuestas, en los próximos meses AGi architects realizará el desarrollo del proyecto ganador. Este desarrollo servirá para determinar los accesos y recorridos, mobiliario y equipamiento para uso público, señalización de las áreas de intervención y protección preventiva de los yacimientos, así como para la creación de elementos singulares que permitan la musealización de cada castro.
Como explica Joaquín Pérez-Goicoechea, socio cofundador de AGi architects, “nos sentimos muy orgullosos de este proyecto que integra paisajismo, rehabilitación y musealización. Nos hemos acercado a él con todo el respeto al entorno natural y arqueológico que encierra, con el fin de dotarle de una entidad propia, sostenible, sencilla y, a la vez, que represente una experiencia única al visitante”.
Según el acta del fallo, In Natura Veritas de AGi architects es una “propuesta respetuosa con las edificaciones existentes y que a través de una visión integral del contexto aporta calidad escénica y amabilidad a la visita a los castros. La combinación de las capas: sonido, iluminación, vegetación, recorrido y suelo genera una experiencia integral del espacio que hará la visita memorable sin entrar en competencia con los elementos arqueológicos. El sistema de picas propuesto es de una gran versatilidad constituyendo un soporte museográfico muy adecuado”.
La propuesta In Natura Veritas toma como punto de partida la naturaleza intrínseca del lugar: la creación de un espacio para la preservación de la memoria en un medio natural preferente y escogido como lugar habitacional desde hace cientos de años. La propuesta potencia la aprehensión del paisaje natural y arqueológico, acercando al observador a la naturaleza pero también a ese mundo abstracto, imaginado y proyectado, mediante una intervención no formal. Como un museo natural, recrea la memoria del paisaje a través del mantenimiento, consolidación y recuperación de la vegetación autóctona perdida.
Para ello, se establece una propuesta-guía, un sistema abstracto por capas, con voluntad de transferir conocimientos ad hoc para cada uno de los yacimientos integrándolos en una singular red para la interpretación del paisaje arqueológico gallego.
Picas, Cuadrículas y Cuadrantes. Una malla ortogonal, basada en la metodología arqueológica de excavación por estratos, sectoriza y cataloga cada zona del yacimiento y su entorno próximo. En los vértices de la malla, aparece el elemento generador y museístico: la Pica, que permite narrar e iluminar la experiencia del visitante así como crear un paisaje visual alternativo que le acerque a ese mundo de la incertidumbre, de lo inquietante, lo desconocido y lo enterrado.
Manto Vegetal. Se analiza la evolución histórica del paisaje de cada castro con el fin de recuperar el estado natural del asentamiento. Se restituirán taludes, desmontes y especies vegetales atendiendo a ‘los modos de hacer’ de aquello que la naturaleza y la geología del entorno autóctono ofrece junto con la operatividad constructiva y las técnicas locales heredadas.
Recorridos y Suelos. Se propone un acercamiento a los castros a través de distintos recorridos donde la percepción del lugar cobra especial protagonismo. Las texturas de los suelos, el sonido de cada paso al ser recorridos, el color y los olores de la vegetación circundante… todo ello amplifica la experiencia del observador dirigiendo sus pasos por el yacimiento.
Acciones lumínicas. Estas experiencias a lo largo del recorrido se completan con una propuesta de iluminación paisajística en dos niveles: un plano horizontal de suelo pintado en ocasiones con pinturas foto-luminiscentes, y una constelación dispersa de puntos de luz de diferentes colores e intensidades integrados en determinadas picas.
Acciones Sonoras. Las picas se convierten en testigos activos que intentarán emular el pasado histórico. Sonidos, música e información de interés se oirán en puntos estratégicos del monte. Las pisadas, el crujido de los suelos, el murmullo y el arrullo del viento moviendo hojas, ramas y arbustos son los instrumentos que interpretan la música del medio natural.
Tipos de suelo. Las zonas de tránsito y estanciales se cubren con pavimentos de diferentes densidades y durezas, colores y texturas que serán siempre materiales naturales que tienen especial arraigo en el territorio: maderas y cortezas para las áreas de bosque, áridos, gravas y cantos rodados para las zonas junto a los yacimientos, cerámicas y suelos mixtos para las zonas de tránsito.
Especies vegetales. Una nueva intervención vegetal cubre el monte ayudando a crear una nueva lectura del entorno que clarifica las diferentes unidades de paisaje local: bosque cerrado, pradera abierta de pastos silvestres, paisajes de matorral cambiante según las estaciones, taludes vegetales y rocosos.