Se trata de un proyecto de restauración de un viejo edificio agrícola (pajar), por parte de Patrick Genard & Asociados, con el objetivo de conservar y poner en valor sus cualidades espaciales y arquitectónicas.
Memoria del proyecto:
El volumen interior, la doble altura, los dos grandes arcos abriéndose a un patio-jardín, las dos grandes arcadas bajo la cumbrera, los espesos muros de piedra mezclada con trozos de terracota…. han sido restaurados y enfatizados con la introducción de más luz natural.
En el espacio abierto, se ha implantado un programa simple compuesto, en planta baja, de una amplia cocina-comedor y un gran salón de doble altura. Con la finalidad de integrar el patio-jardín al espacio construido y hacer de él la prolongación natural del interior, se han utilizado dos enormes puertas correderas de cristal que permiten una gran fluidez entre interior y exterior. En la primera planta se encuentra una suite compuesta de vestuario, habitación y baño-sauna así como dos estudios-bibliotecas en mezzanine sobre el gran salón.
En esta intervención se han utilizado materiales en claro contraste con los existentes, más tectónicos, para que se resalten mutuamente: suelo de micro-cemento, losa de hormigón blanco, tabiques de yeso azul añil, suelo cerámico negro y azul con diseños aleatorios, peldaños de piedra calcárea, aplacados de roble natural fuertemente veteado, techo pintado de blanco, perfiles metálicos y formica negro mate, herrajes de latón patinado, etc.…..
Esto ha permitido crear unos binomios de contrastes muy interesantes (liso-rugoso; claro-oscuro; blanco-negro; gris-coloreado; veteado-uniforme; aleatorio-regular…) que dan mucha personalidad al proyecto.
Siete ventanas Velux abiertas en el techo bañan el espacio de luz cenital. La fachada sur, originalmente ciega, ha sido abierta a la calle con una composición de ventanas verticales con marco de piedra y carpintería de madera natural en línea con la arquitectura del pueblo. Para enriquecer la fachada, la puerta de entrada reproduce una puerta alquímica de 1655 de la plaza Vittorio Emanuele en Roma cuyo significado oculto es una alegoría del sentido de la vida.
A nivel técnico, la calefacción está asegurada por un suelo radiante alimentado por aerotermia, en una clara apuesta ecológica. Además tres chimeneas de leña bañan el comedor, el salón y la habitación de su energía radiante.
El interiorismo pone el acento sobre una luz cálida y difusa. El mobiliario utiliza una gama de materiales naturales similares a los de la arquitectura para crear un conjunto armónico, resaltado con colores vivos.
Así, un gigantesco sofá “Loop” de Arper, decorado con cojines de seda natural, estructura el espacio del salón y, con su forma de “U” abierta, se hace eco de las mezzanines. La suspensión
“Leonardo” de Santa&Cole irradia el salón a través de sus finas láminas de madera entrelazadas, como un sol en fusión. Muchos elementos naturales patinados y esculpidos por el paso del tiempo (troncos, raíces, piedras….) están expuestos a modo de esculturas.
En resumen, un proyecto que intenta conservar lo mejor de la tradición y utilizar lo mejor de la modernidad para crear un espacio cálido y acogedor, muy abierto sobre la naturaleza y con una marcada personalidad humanista.
Arquitecto e interiorista: Patrick Genard Decoradora: Giada Frangioni Equipo: Ingrid Macau, Riccardo Veronesi y Martin Plante Aparejador: Jordi Anguila Ferrer Maestro de obra: Manel Franco Fotografías: Eugeni Pons