Una hamburguesería smash de estética rockera, una escuela premium de coctelería y una casa de comidas tradicional. Un trío de espacios diseñados por Raquel Lázaro, al frente de Lázaro Estudio, que prometen llevar al cielo gastronómico.
Raquel Lázaro ha diseñado tres locales gastro en Bilbao que vienen a alegrar a los de buen comer/beber en todas sus variantes, con la mejor puesta en escena y la calidad asegurada. Son una divertida hamburguesería take away, una coctelería que recuerda a los locales clandestinos -con clase- de la Ley Seca y una casa de comidas que llega de la mano del cocinero de la tasca La Ramona. ¿Sus nombres? Mono Burger, Edari Eskola y Damajuana.
Mono (Buenos Aires, 14)
Es un nuevo concepto de smash burger en Bilbao. Un delivery sin líos y simplificado, de estética rockera, surfera e industrial bilbaína, muy enfocado a la gente joven. “Somos una marca que apuesta por un concepto diferente de comida, usando una técnica inspirada en los años 50 en New York, con una hamburguesa sin florituras”, explican sus dueños. Huyen de las hamburguesas ̈gourmet ̈ y apuestan por las burgers sencillas donde los buenos ingredientes son el eje central.
El interiorismo de Lázaro Estudio lo apuesta todo al rojo y al neón y consigue un resultado visual impactante con muy pocos elementos. La decoración persigue la misma filosofía que sus hamburguesas: alcanzar la sublimidad, con los ingredientes justos y necesarios.
Edari Eskola (Barrainkua, 7)
Se define como el primer liquid room de Bilbao, o sea un espacio especializado en el mundo de la bebida. Ofrecen talleres, catas, cursos de bartender y experiencias tanto para profesionales como para particulares. El lugar perfecto para aprender sobre coctelería, enología y whisky y descubrir nuevas marcas y sabores. Al frente, tres reconocidos expertos: Manu Iturregi, con más de veinte años de experiencia en la industria del whisky, dirige el reconocido Residence café; Elena Urigüen, sumiller, mixologa, y gerente de Despierta tus Sentidos y Álvaro Fernández, creador de “Mindshakers”, agencia enfocada en crear eventos de coctelería y combinados, y dueño de La Mula de Moscú, una de las coctelerías más importantes del ámbito nacional.
Del ambiente elegante y acogedor se ha encargado Lázaro Estudio. “La estética quiere recordar al de una auténtica cocteleria. Un local con aires clandestinos, cerrado de cara al exterior con cortinas y venecianas de madera a pesar de tener un gran ventanal en la fachada”, explica. Una gran barra preside el espacio desde donde, con un sistema de cámaras, los alumnos ven perfectamente la ejecución de cada bebida, a través de la pantalla. Es una de las piezas centrales del espacio, realizada en Dekton, con frente en picos en DM lacado que provoca un juego de sombras romboidales gracias al led que hay debajo. La trasera se ha realizado con un arco con molduras de Orac Decor y azulejo Marazzi.
La otra protagonista son las mesas altas de hierro y formica que están diseñadas para poder usarse tanto en formato aula como en formato cata. Pueden colocarse en espiga, una opción ideal para realizar cualquier tipo de curso o taller, de forma modular totalmente personalizable para presentaciones de producto e imperial para las catas. El mobiliario es recuperado y los taburetes de Francisco Segarra.
Con una cuidada selección de bebidas de alta calidad, Edari se convierte en un destino ideal para aquellas y aquellos que buscan una experiencia única en el mundo de la bebida.
Damajuana (Máximo Aguirre, 12)
En el centro de Bilbao se reformó un antiguo bar para convertirlo en restaurante, pero manteniendo la esencia clásica del establecimiento. Tan clásica como su cocina. Damajuana apuesta por el buen comer tradicional y platos de cuchara, bajo la dirección de Jaoa Beitia conocido en el mundo gastro por su taska La Ramona.
En la reforma, se mantuvieron suelos, revestimientos de mármol y las molduras del techo que marcan la pauta de los paneles de las paredes de Orac Decor. Todo se unificó en un tono verde oliva en paredes, sillas -son de Thon- y taburetes, mientras que la tapa de la barra y las mesas son de roble con incrustaciones de piezas de mármol recuperadas en el derribo. Las lámparas están hechas a medida con tubo de cobre y pantalla recuperada. Las de la pared son de Aromas del campo.
Fotografías: Erlantz Biderbost