El proyecto de arquitectura ha conservado y restaurado el contenido patrimonial del Palau, una joya modernista del siglo XIX, obra de Enric Sagnier y propiedad de Catalana Occidente. Para celebrar la publicación de un libro que recoge sus últimos quince años de trabajo de Espinet Ubach, es la primera vez que se muestra el interior del edificio después de la rehabilitación, donde actualmente se encuentran las oficinas de una conocida multinacional y varios comercios. La rehabilitación ha permitido duplicar el número de plantas ampliando la superficie total en más de 6.000 m² adicionales. El mayor reto ha sido realizar la excavación de 5 nuevas plantas de sótano.


El estudio de arquitectura Espinet+Ubach ha presentado hoy la nueva rehabilitación del edificio ‘Casa Pascual i Pons’, una de las principales joyas modernistas de Barcelona, situado en el número 2 y 4 de Paseo de Gracia, junto a Plaza Cataluña. El estudio celebra así la presentación de su nuevo libro «E+U, últimas obras y proyectos», de la editorial ACTAR; una recopilación de sus mejores obras en los últimos 15 años, entre las que destaca la histórica rehabilitación del Palau, uno de los proyectos insignia de Espinet+Ubach, en el que ya trabajaron hace 40 años en una primera restauración del edificio.

La empresa aseguradora Catalana Occidente, propietaria del inmueble, encargó un nuevo proyecto de arquitectura y restauración a Espinet+Ubach con el fin de preservar la construcción modernista y su patrimonio original, potenciando todas sus posibilidades urbanísticas y de estructura funcional para encontrar la mejor forma de aprovechar las instalaciones interiores de cara a sus nuevos usos. Actualmente la mayoría de plantas se alquilan como espacio de oficina de una conocida multinacional, mientras que los bajos se usan como locales comerciales.

La rehabilitación del histórico edificio ‘Casa Pascual i Pons’

El arquitecto catalán Enric Sagnier daba vida a la emblemática ‘Casa Pascual i Pons’ entre los años 1890 y 1891. Situado en el icónico Paseo de Gracia, este edificio ocupa también otro lado de la manzana de la ronda de Sant Pere, una posición estratégica indiscutible con esquina en Plaza de Catalunya. La casa está compuesta por dos edificios que llaman la atención por su fachada de estilo neogótico, convirtiéndolo en uno de los inmuebles imprescindibles de la ruta del modernismo de Barcelona.

Severamente afectada a lo largo de los años, la doble edificación fue objeto en 1984 de una remodelación a cargo de los arquitectos Martorell-Bohigas-Mackay y Espinet+Ubach, que buscaron recuperar el aspecto original de los exteriores, potenciando su impacto urbanístico, mientras conservaban algunos de los elementos decorativos, como la escalera de honor y las vidrieras, entre otros.

Pasados casi 40 años desde la primera restauración del edificio, Catalana Occidente encarga a Espinet+Ubach exprimir la antigua construcción y estudiar todas las posibilidades urbanísticas para encontrar la mejor manera de adaptar el edificio y las zonas de oficinas a las necesidades y requerimientos actuales. Se ha puesto de manifiesto el cambio sufrido por la ciudad; un cambio lento y de paulatino desgaste del servicio que ofrece este y otros edificios, por lo que una revisión global de la arquitectura y de las instalaciones del edificio era totalmente necesaria.

El proyecto tenía como principales objetivos la conservación de la fachada como elemento patrimonial, el mantenimiento del patrimonio interior, la apertura de las zonas interiores para adaptarse al uso de las oficinas y la construcción de cinco nuevos sótanos destinados en el aparcamiento.

Por último, se ha podido conservar y restaurar el contenido patrimonial histórico interior y exterior, sin renunciar al re-acondicionamiento del edificio para adaptarse a las actuales necesidades. Todo esto ha sido posible gracias al trabajo de organización y coordinación entre diversas empresas implicadas en el proyecto; la dirección de los equipos de Arquitectura (Espinet+ Ubach), de Estructuras (BIS estructuras), de Ingeniería (JG Ingenieros), la Dirección Ejecutiva (Ardèvols y Associats) y la dirección de artesanos (Copcisa, Ucotex y Agefred), que ha permitido recuperar las vidrieras, estucos, piezas de madera, como puertas, chimeneas y cerrajería, entre otros elementos originales.

El edificio constaba de 12.772 m² y 6 plantas sobre rasante al empezar el proyecto. Tras la rehabilitación, se han logrado 12 plantas y una superficie total de 19.405 m². El mayor reto ha sido realizar la excavación de 5 nuevas plantas de sótano, mientras se reconvertían sobre estas diversas plantas de concepto abierto para las oficinas. Un objetivo que requería de un gran esfuerzo técnico y una gestión del tiempo optimizada que fue posible mediante el método Top&Down, que permite ejecutar al mismo tiempo los cimientos y alturas del edificio.

En el interior, un elegante vestíbulo da la bienvenida al visitante y una escalera de mármol restaurada conduce al piso principal. Este espacio aprovecha los elementos históricos de la estructura inicial debidamente puestos al día, incorporando nuevos pavimentos, espacio de conserjería, iluminación y elementos de seguridad. Las vidrieras se restauraron siguiendo las pautas de los artesanos originales. Por su parte, la escalera principal se ha mantenido como elemento arquitectónico representativo, pero con funcionalidades más confortables, aportando el mínimo de elementos complementarios.

En el sótano se ubican ahora las zonas de aparcamiento y el local comercial, mientras que el resto de plantas se destinan a espacios de oficina que serán ocupados por una importante multinacional. El Paseo de Gracia recupera con este proyecto un referente del modernismo habilitado para resistir el tiempo y las exigentes condiciones de las nuevas tecnologías.

La Casa Pascual y Pons es una obra de “resistencia”. Resistencia a la perseverancia de los propietarios y al empeño del estudio de arquitectura por sumergirse en un proyecto de más de tres años de trabajo y cuatro de obras. Resistencia a la concepción estructural del edificio donde se han aplicado los métodos de construcción más modernos para excavar a la vez que construir en altura. Y resistencia organizativa y económica para luchar contra la habitual lentitud de la construcción.