Las oficinas de la planta 42ª de Torre Picasso nacen de un concurso ganado por Destudio, en el que el cliente tenía un programa peculiar para sólo 4 trabajadores fijos en una superficie de 330 m2, a los que ocasionalmente se sumaban otros 8 empleados que venían de distintas sedes de la empresa para mantener reuniones en las salas de esta oficina.
Ante estas premisas, la propuesta de Destudio -que resultó ganadora- ponía el foco en diferenciar claramente la zona de trabajo de la zona comercial o de reuniones y conectar ambas zonas mediante un espacio de rótula icónico que sirviera de recepción. Además, queríamos enfatizar las vistas desde esta altura en cualquier punto de la oficina, y dotar a la misma de un carácter acogedor que huyera de la estética tecnológica sin renunciar al empleo de dicha tecnología.
La zona de trabajo se resuelve mediante dos grandes mesas dispuestas en perpendicular a las vistas para el disfrute de las mismas. Todo el almacenaje de esta zona se encuentra oculto para obligar a un mantenimiento ordenado. En este ala de trabajo se hace hincapié en el empleo de materiales como la arcilla y la vegetación para eliminar las partículas nocivas en el ambiente respirado.
El comedor es el espacio más singular de la zona de trabajo y es diseñado como un diminuto restaurante dentro de la oficina, con mucha carga decorativa ya que es el fondo de perspectiva para los trabajadores.
La recepción es sin duda el espacio más icónico del proyecto, para crear un primer impacto escenográfico en los visitantes. Está diseñado de manera circular, con mobiliario a medida concéntrico y un techo tensado iluminado que homogeniza este espacio y lo comprime a menor altura, para luego pasar a las zonas de descompresión.
El ala comercial o de reuniones está compuesta alrededor de una zona de espera que da acceso a cuatro salas, cada una de las cuales ha sido diseñada de manera independiente al resto para dotarlas de cierta singularidad.
Todo el proyecto se centra en combinar la tecnología con el bienestar de los trabajadores. Esta tecnología está presente en la completa domotización de las instalaciones (iluminación, climatización, control solar, etc) y la combinamos con el uso de materiales como placas de arcilla, maderas y piedras naturales o elementos acústicos como paneles y moqueta.
De hecho, este proyecto cuenta con dos certificaciones independientes: LEED, que tiene que ver con la sostenibilidad del proyecto durante la obra y durante la futura vida de la oficina; y WELL, que mide parámetros óptimos para el bienestar de los trabajadores, de manera que la empresa pueda captar y retener talento.
Arquitectura y diseño: Destudio Fotografías: Salva López