Un antiguo campo de almendros conformaba el terreno de la parcela en La Cañada, en las afueras de Valencia, al iniciar el proyecto de Viraje. Situada en el extremo noroeste de la urbanización, linda con una gran pinada y un bulevar arbolado conformado en un antiguo barranco que recoge las aguas en épocas de lluvias. La protección del arbolado y la posible presencia del agua conformaron desde el inicio las principales premisas del proyecto.

Desde el inicio la propuesta pretendía formar un conjunto de piezas disgregadas que se fundiera con los árboles de la parcela, generando vistas en las uniones y separaciones de las piezas. Estos volúmenes se elevaban, separándose del terreno para permitir el paso del agua en épocas de fuertes lluvias.

El conjunto resultante, se apoya en la parcela dialogando con el arbolado preexistente respetado y con el paisajismo añadido, formado íntegramente por especies autóctonas de bajo mantenimiento, y pavimentos filtrantes para facilitar el paso de las aguas.

La volumetría se resuelve principalmente en planta baja más un único volumen en planta primera, orientada hacia el sur, ocultando la fachada principal a las dos calles sobre las que recae.

El acceso a la vivienda se produce entre dos volúmenes. El de la izquierda, el del garaje, es un muro opaco de piedra natural. El de la derecha, filtrado por lamas metálicas para dar privacidad, conforma el volumen de los dormitorios secundarios. EL portón de acceso de madera ocupa el hueco que estos dos volúmenes dejan, invitándote a entrar entre ellos en la parte privada de la vivienda.

Como ocurre en el interior de la vivienda, también en el exterior, todo este recorrido de acceso está acompañado por especies de plantas aromáticas y un gran olivo junto al muro de piedra.

Al entrar en la vivienda el espacio de hall funciona como un nexo entre varios volúmenes, dejando ver entradas de luz y vistas hacia el exterior en aquellos espacios entre las piezas. El espacio de garaje y servicios, los dormitorios secundarios y la zona de día se entrelazan en este punto organizando y recogiendo las circulaciones.

Al avanzar hacia la zona de día, las vistas se abren hacia el sur por medio de un gran ventanal en el salón. La zona de día, conformada por salón, comedor y cocina en un único espacio, se sitúa bajo la pieza de mayor elevación, conectando la planta baja y la planta primera con una doble altura iluminada cenitalmente.

En este ámbito, la entrada de luz de sur al salón, filtrada por las lamas, junto a la entrada de luz de norte en el espacio de la cocina, se combinan con la entrada de luz cenital, conformando el corazón de la vivienda, bañado por luz y conectado en todas las orientaciones con la parcela.

Una línea horizontal recorre el vacío a doble altura, conectando visualmente los diferentes usos, iniciada en la losa que vuela sobre el salón y finalizando en la escalera de hierro que aparece como una escultura conformada por una vela de acero sobre la que vuelan los escalones. Esta escultura de hierro bañada por la luz cenital, actúa como filtro visual entre el espacio de la cocina y el del salón, diferenciando y unificando usos al mismo tiempo.

El ventanal principal del espacio de día se sitúa junto a un porche orientado a sur y al espacio abierto de la parcela. Este porche, levantado del terreno, conecta con una piscina que desborda sobre la parcela, rodeada del arbolado. Uniendo de nuevo el agua y la vegetación.

El espacio de planta primera enfoca la entrada de luz a sur con un gran ventanal, de nuevo protegido por las lamas, y las vistas de la pinada a oeste con una gran terraza. Se trata de un espacio destinado al disfrute donde descansar y leer.

Por último, al final del recorrido, cruzando la zona de día, aparece el último de los volúmenes de la casa y el más privado; el dormitorio principal en suite formado por baño y dormitorio, separados por el vestidor. Al traspasar este volumen accedemos a la parte de la parcela de uso más privativo, con una gran importancia de la conexión con el agua en los usos de las últimas piezas y con la naturaleza y el descanso.

Luz y vegetación entrando en cada uno de los espacios de la vivienda, dialogando con sus usos y conectándola en todo momento a la parcela.