El estudio Nestor Marcos Architecture firma tres nuevos restaurantes. Por un lado, Can Pizza Chamberí (calle Santa Engracia 43), Delphina (calle Serrano 84) y New York Burger (callle de Antonio Díaz 10 en Pozuelo de Alarcón).

 

Can Pizza Chamberí

Con un estilo canalla, joven e informal, el restaurante se ubica en un edificio emblemático, en la intersección de las calles Luchana y Santa Engracia. Como novedad, frente al local, se encuentra un kiosco donde los comensales pueden adquirir productos de merchandising de los restaurantes, como camisetas con originales diseños que capturan la esencia de Can Pizza. Además, el restaurante cuenta con su propio periódico, un toque distintivo que refleja su compromiso con la identidad de marca y la cultura que promueven.

La identidad de marca, diseñada por Lo Siento Studio, desempeña un papel fundamental en la expresión del carácter único de Can Pizza. Grandes tipografías personalizadas en el distintivo color rojo corporativo rinden homenaje a dos ingredientes fundamentales de la pizza: la mozzarella y el tomate. Esta elección de diseño no solo es estéticamente atractiva, sino que también resalta la dedicación del restaurante a la autenticidad de los ingredientes y la tradición culinaria italiana.

En cuanto al diseño interior, Can Pizza Chamberí abraza un estilo industrial que combina materiales como el hormigón pulido, chapas metálicas, ladrillo visto y elementos de arte urbano en su cartelería personalizada. El ambiente es una mezcla de elementos artesanales envejecidos manualmente que crean una atmósfera acogedora y auténtica que se alinea con la filosofía de Can Pizza.

Uno de los puntos destacados de Can Pizza Chamberí es el impresionante mural que preside el restaurante, una obra del talentoso grafitero Txemy Basualto. El mural retrata a una mujer que rinde homenaje a Margarita, la protagonista de la famosa pintura «Las Meninas,» así como a la deliciosa pizza del mismo nombre. Esta obra de arte no solo enriquece la estética del lugar, sino que también cuenta una historia que conecta el arte y la gastronomía.

Además, el restaurante cuenta con una zona conocida como el «mirador,» un espacio abierto donde los comensales pueden observar el magnífico horno de leña y presenciar cómo los talentosos cocineros elaboran sus deliciosas pizzas. Es una experiencia que agrega un toque de autenticidad y transparencia a la cocina de Can Pizza, reforzando la relación entre los clientes y la comida que disfrutan.

Fotógrafo: Biderbost Photo

Delphina

El Café-Restaurante Delphina, ubicado en el corazón de la Milla de Oro de la capital, es un verdadero tesoro arquitectónico y artístico que nos transporta a una época dorada en la historia del arte y la cultura: los felices años 20 en París. Este establecimiento es un homenaje a los cafés parisinos de aquella época, donde escritores, artistas y políticos se congregaban para disfrutar de la vida y sumergirse en la corriente del Art Decó, un movimiento que dejó una huella imborrable en la arquitectura y el diseño de interiores.

Situado en el número 84 de la calle Serrano, Delphina se presenta ante nosotros con una fachada impresionante que captura la esencia del Barrio Salamanca y su herencia arquitectónica. El ritmo de ventanas del edificio consolidado se combina perfectamente con el carácter único de este lugar, convirtiéndolo en un reflejo de la época dorada que estamos a punto de experimentar al cruzar sus puertas.

La primera impresión que obtiene uno al entrar en Delphina es la de haber retrocedido en el tiempo. La decoración del restaurante está cuidadosamente diseñada para evocar el espíritu del Art Decó, con una estética sofisticada y elegante que se caracteriza por líneas bien definidas, contornos nítidos y formas simétricas. Los elementos decorativos, como los muebles y las lámparas, nos transportan instantáneamente a una época en la que el diseño de interiores era una forma de arte en sí mismo.

Lo que distingue al Café-Restaurante Delphina es su uso de materiales lujosos y novedosos que recrean a la perfección la atmósfera de libertad y evolución que se vivió en la Belle Époque. La riqueza de detalles y la atención a la calidad de los acabados son evidentes en cada rincón del local. Desde los elegantes espejos biselados hasta los suelos de mármol, cada elemento de diseño ha sido cuidadosamente seleccionado para crear una experiencia visual y táctil que deja una impresión duradera en los visitantes.

El resultado final es un espacio glamuroso y acogedor que trasciende la mera funcionalidad. Cada rincón de Delphina muestra el cariño por el diseño, desde los techos altos decorados con molduras de escayola hasta las sillas tapizadas en terciopelo que invitan a los comensales a relajarse y disfrutar de una comida o una bebida. Es un lugar donde la ornamentación y la estética se alinean con la calidad del producto gastronómico ofrecido, creando una experiencia que satisface incluso a los paladares más exigentes.

Uno de los aspectos más destacados de Delphina es su capacidad para transportar a los comensales a otra época. Al sentarse en una de las mesas bellamente decoradas, uno se siente como si estuviera participando en una escena de una película de época, rodeado de lujo y elegancia. La iluminación tenue y la música de fondo suave contribuyen aún más a crear esa atmósfera única que hace que Delphina sea un lugar excepcional.

Fotógrafo: Biderbost Photo

New York Burger. Pozuelo de Alarcón

New York Burger se encuentra en constante expansión, y su última incorporación en el Centro Comercial La Estación en Pozuelo de Alarcón, Madrid, es un ejemplo destacado de su enfoque en la innovación en diseño arquitectónico y gastronomía. Esta nueva ubicación en un centro comercial recientemente renovado presenta un desafío y una oportunidad únicos para el equipo de diseño y arquitectura detrás de New York Burger.

El proyecto de diseño de este restaurante se ha centrado en aprovechar al máximo su ubicación en una esquina, lo que ha permitido la inclusión de grandes ventanales que se abren al exterior. Esta característica arquitectónica crea una conexión visual con el entorno y brinda una sensación de amplitud y transparencia al espacio interior, lo que es esencial para la experiencia del cliente. Además, el restaurante cuenta con una espaciosa terraza exterior cubierta que se integra perfectamente con la estética de la fachada, proporcionando un espacio adicional para que los comensales disfruten de su comida al aire libre.

La distribución interior del restaurante se ha planificado meticulosamente para garantizar una experiencia óptima para los clientes. Siguiendo la filosofía de New York Burger, la zona de servicio se ha colocado en la parte trasera del local, liberando una gran sala para los comensales. Esto no solo permite que el espacio interior se abra hacia el exterior a través de los ventanales, sino que también crea un ambiente acogedor y espacioso para disfrutar de las deliciosas hamburguesas y otros platos característicos de la cadena.

El ambiente general del restaurante busca evocar una atmósfera urbana e industrial, pero con un toque de sofisticación que refleja el estilo neoyorquino. Para lograr este equilibrio, el diseño interior se divide en dos zonas diferenciadas, cada una caracterizada por el uso de materiales y elementos distintivos.

La zona principal irradia sofisticación y elegancia con suelos de madera cálida, una alfombra de azulejo porcelánico y ladrillo rústico. Estos elementos se combinan para crear un ambiente acogedor y lujoso que invita a los clientes a relajarse y disfrutar de su comida en un entorno agradable. Por otro lado, la zona secundaria presenta un enfoque más canalla, con un pavimento geométrico de terrazo que aporta un toque de eclecticismo y contraste al diseño general.

Uno de los aspectos más destacados del diseño interior es la incorporación de arte urbano, una característica distintiva en los proyectos de New York Burger. En este caso, se eligió un mural que representa una imagen icónica de la ciudad de Nueva York, elaborado sobre una base de yeso y complementado con un neón que lleva el nombre de la marca. Esta incorporación de arte urbano no solo enriquece el ambiente del restaurante, sino que también refuerza la identidad y el espíritu de la marca, que busca dar visibilidad a las grandes intervenciones urbanas en ciudades importantes como Nueva York.

La iluminación desempeña un papel fundamental en la creación de diferentes ambientes en el restaurante. La combinación de iluminación indirecta, decorativa y técnica permite ajustar la atmósfera del espacio según la luz natural disponible durante el día y la noche. Esto garantiza que los clientes experimenten el restaurante de manera única en cada visita, contribuyendo a la sensación de frescura e innovación que caracteriza a New York Burger.

Fotógrafo: Biderbost Photo