El propósito del nuevo espacio diseñado por Sahuquillo de Arriba para la Clínica Retto es crear un lugar centrado en el bienestar del paciente, que contribuya a mejorar su proceso de rehabilitación generando una experiencia confortable y positiva. La nueva clínica debía dar respuesta a todas las fases de su recuperación, tanto a las más íntimas como a las más
activas y sociales.

 

Paralelamente, era importante que los profesionales que desempeñan su labor en el centro pudieran hacerlo cómodamente, mediante flujos rápidos que les permitan moverse con facilidad y espacios versátiles que se adapten según las necesidades de cada momento.

El proyecto plantea un espacio visualmente fluido que al mismo tiempo contenga las divisiones correspondientes a los diferentes usos.

La distribución se divide principalmente en dos zonas, dejando a un lado la sala de rehabilitación y actividad deportiva, y al otro los diferentes boxes destinados a la atención clínica y tratamientos personalizados. Por su naturaleza, las necesidades de cada zona son radicalmente distintas, aunque deben tener una relación estrecha. De ahí surge la idea de plantear dos espacios independientes que a su vez estuviesen conectados a nivel visual.

Los espacios sirvientes, que albergan instalaciones, almacenamiento y zonas húmedas, se colocan en el centro de las dos áreas. De esta forma, se genera una caja central que recoge todo lo necesario con el fin de despejar la circulación entre ambas.

La mitad destinada a la actividad clínica cuenta con tres boxes delimitados por vidrios, manteniendo la continuidad visual y permitiendo al mismo tiempo la entrada de luz natural en todos los espacios. Como una segunda capa, se añaden textiles en forma de cortina que ofrecen la posibilidad de ganar privacidad en los casos que se requiere. En cuanto a la estética y los materiales de esta zona, se escogen colores claros y texturas ligeras que, junto con una iluminación artificial indirecta y muy controlada, buscan generar sensación de serenidad y seguridad en el paciente.

En la mitad pensada para las actividades de rehabilitación y deporte se gana la máxima altura posible con el fin de liberar todo el espacio. En este caso, la materialidad juega con contrastes más marcados, escogiendo un suelo de caucho oscuro que además define una línea de separación con el área de tratamientos.

Arquitectos: Guillermo Sahuquillo y Adrián de Arriba Arquitectos colaboradores: Llar Estudio Constructora: Kanazeroch S.L  Localización: Valencia Superficie: 166 m2 Año: 2023 Fotografía: Oleh Kardash