El emblemático edificio ubicado en La Marina será la sede de The Terminal Hub. Contará con 5.000 m2 y tendrá más de 500 puestos para startups y empresas tecnológicas de alta cualificación. Se trata de un espacio flexible y orientado al mar que se ha diseñado siguiendo criterios de sostenibilidad.
Tras un importante proceso de rehabilitación, la antigua Estación Marítima de Valencia se ha convertido en la sede del nuevo hub tecnológico que congregará al ecosistema innovador valenciano: The Terminal Hub y que abrirá sus puertas este verano.
El arquitecto e ingeniero industrial Ricardo Orts ha sido el encargado de dirigir el proyecto de habilitación del emblemático edificio de los años ochenta ubicado en el epicentro de la innovación, La Marina de Valencia. Las obras, que empezaron en mayo de 2023, avanzan al ritmo previsto y cuentan con una inversión de 5 millones de euros de capital privado valenciano.
Con 5.000 m2 y preparado para tener más de 500 puestos de trabajo, el espacio ha sido concebido en un constante dialogo con el mar, intentando aprovechar al máximo el entorno y la infraestructura existente. Por eso, se ha apostado por el vidrio para lograr que la luz natural se cuele en el interior y se ha respetado la singularidad del edificio y el carácter que le otorga la estructura de hormigón y sus voladizos atirantados.
“Se trata de un espacio en el que hemos apostado por la flexibilidad para que sus estancias puedan adaptarse a los constantes cambios y las diferentes necesidades que vayan surgiendo no solo ahora, sino también en el futuro”, explica Ricardo Orts, arquitecto e ingeniero industrial del proyecto.
Además, el proyecto ha sido muy ambicioso en términos de sostenibilidad. “Hemos optimizado al máximo la energía que nos ofrecía la ubicación y orientación del edificio y su iluminación natural”, apunta Orts, cofundador del estudio valenciano EquipoTécnico, especializado en intervenciones y reformas de edificios singulares como el Museo de Bellas Artes de Valencia o el Palacio del Marqués de dos Aguas. En este sentido, se ha realizado una instalación fotovoltaica con placas flexibles de unos 120kW, un sistema de climatización capaz de adaptarse independientemente a cada una de las crujías del edificio, así como aerotermia para todas aquellas necesidades de agua caliente sanitaria. La iluminación está pensada para regularse automáticamente a las necesidades de los puestos de trabajo, siempre en función de la iluminación natural existente en cada momento, minimizando por tanto las necesidades energéticas del edificio.
Otro de los aspectos clave es el proceso de digitalización del edificio, sobre todo, a nivel de ciberseguridad, con accesos independientes para cada una de las compañías si así lo requieren. Además, el edificio estará dotado con un BMS (building management system) para una gestión inteligente del mismo.
El edificio cuenta con una planta baja en la que se dispone de una zona de restauración, un espacio de coworking flex, con unos 120 puestos para trabajadores nómadas, una sala de conferencias abierta al mar, aulas de formación y una terraza para actos más lúdicos. La primera planta será el lugar en el que se ubicarán las empresas con espacios cerrados que les proporcionen independencia, así como las salas y cabinas de diferentes tamaños para reuniones. Por último, la tercera planta tendrá unos 300 puestos fijos, más salas de reuniones y con una cantina privada con terraza.
Valencia Innovation District lleva desde el 2018 apostando por este proyecto como un espacio que integre a todos a favor de la tecnología y la innovación en Valencia. Tras él se encuentran empresarios como Quique Calabuig (fundador de Kaihō Capital), Iker Marcaide (fundador de Zubi Group), Raúl Mir (fundador de Âttrim Technology Group), Ricardo Orts (arquitecto e ingeniero industrial del proyecto), Ángela Pérez (fundadora de Health in Code), Isabel Úbeda (fundadora de Inversiones l’Anella) y Startup Valencia, la asociación del ecosistema startup de la Comunidad Valenciana.