plza madrid PROYECTO: Revitalización de la Plaza de la Cebada en Madrid
ARQUITECTO: Rubio & Álvarez-Sala Arquitectos
CIUDAD: Madrid
TIPOLOGÍA: Rehabilitacion / Espacio público

 

Arquitectura como pauta, ritmo y pentagrama

La revitalización de la Plaza de la Cebada por Rubio & Álvarez-Sala Arquitectos incorpora un parque público sobre la cubierta y devuelve a la ciudad un espacio abierto en el corazón del edificio.

El ámbito en el que se ubica el proyecto corresponde a la parcela entre las calles Toledo y Humilladero en los linderos laterales al Norte con Plaza de la Cebada y al Sur con la calle de la Cebada en Madrid. La intervención, con una superficie aproximada de 17.483 m², en la parcela pretende la ordenación y edificación de nuevos edificios dotacionales de mercado, polideportivo y de las obras de urbanización y ajardinamiento para la sustitución total de las edificaciones actuales por otras nuevas que cubran las actuales necesidades.

El proyecto de Rubio & Álvarez-Sala Arqutiectos trata de articular las distintas piezas del programa de necesidades en torno a un nuevo espacio público que bien podría pasar a denominarse: La plaza del mercado.
El lugar que actualmente ocupan la piscina y el mercado de la Cebada, fue durante mucho tiempo, y así lo certifica la abundante cartografía de Madrid. Un gran espacio vacío sólo ocupado circunstancialmente por la implantación de un mercado temporal. Mercado que empezó a instalarse fuera de la cerca de la ciudad y que con el paso del tiempo dio lugar a la plaza de la Cebada, en el interior de la misma. Esta plaza tomó su nombre de la venta de  cebada para las caballerías de Palacio.

El “vacío de la Cebada” es el motor del proyecto. La propuesta quiere devolver a la ciudad un espacio abierto en el corazón del edificio, porque son estas plazas y plazuelas los espacios vacíos, los huecos o los poros por los que la ciudad respira.

Mercado y Polideportivo conforman un edificio único que mantiene vínculos geométricos y de escala con las irregulares manzanas así como con la sección de las calles que lo circundan. El edificio rellena el espacio mostrando al exterior una geometría rigurosa mientras que el interior se abre orgánicamente conformando la nueva plaza del mercado. Plaza que relaciona el lugar con lo orgánico y natural, haciendo posible que árboles y plantas aromáticas sean la antesala del mercado.

La exigencia de no interrumpir la actividad del mercado obliga a que lo deportivo y lo comercial intercambien su actual posición, con lo que el mercado vuelve a la posición que ocupó el viejo edificio de hierro con acceso desde la esquina de la calle Toledo con la Plaza de la Cebada. El nuevo edificio basa su imagen exterior, tanto fachadas como cubiertas en el mundo  cromático, ordenado, geométrico y ondulante de la cebada y sus campos de labor.

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04 Integración en el entorno, Área de intervención y parque en la cubierta

En la cubierta se instala un Parque- Mirador de uso público, se trata de una iniciativa pionera en Madrid que ofrece, desde su altura, una nueva perspectiva del barrio y la ciudad. A este parque elevado se accede mediante escaleras mecánicas y ascensores para facilitar su disfrute.

El diseño del parque evoca la geometría agrícola de los campos de cebada que esporádicamente está perforado por círculos de distintos diámetros para introducir luz natural a la planta inferior de la piscina del polideportivo.los campos de cebada.

Este parque también es accesible desde el edificio comercial desde el que emergen las escaleras mecánicas para conducir a sus clientes hasta este nuevo espacio lúdico y de recreo; un área acotada de “cubierta-mirador” desde la que se obtienen puntos de vista inéditos del Madrid más castizo y de los principales monumentos del entorno de la Cebada.

05El edificio dispone de un doble cerramiento, el interior define el “dentro y fuera” de cada planta, mientras que el exterior lo envuelve con una piel abierta y permeable. Esta segunda piel metálica de lamas verticales de aluminio y cerámica, protegen y uniforman el conjunto. Las lamas de 90×600 mm se separan de la piel interior otros 40 cm y se unen, de forma aparentemente aleatoria, con las de las plantas contiguas creando una arritmia de barras verticales que definen la imagen del edificio. El espacio entre las dos pieles crea un “colchón térmico”, en el que los forjados actúan como viseras protectoras del sol. Las orientaciones y los distintos usos del edificio determinan la densidad de la trama vertical, convirtiendo el conjunto en un edificio energéticamente eficiente.

La piel interior de vidrio y cerámica toma el cromatismo variable de la cebada, desde los verdes hasta los ocres tostados. Esta piel y sus colores, percibida a través de las celosías aleatorias de la piel exterior producirá que el edificio se perciba como un ser vivo, provocando diversos efectos según varíe el punto de vista el observador. Esta fachada y el conjunto de mercado-polideportivo evocará el mundo, también cambiante, de los campos de cebada.