PROYECTO: Restaurante Cocina Hermanos Torres en Barcelona
ARQUITECTO: OAB
CIUDAD: Barcelona
TIPOLOGÍA: Restauración

Contenedor y continente se unen en pro de una experiencia única.

El proyecto de OAB ha transformado una antigua nave con la voluntad de borrar y diluir las líneas divisorias así como situando la cocina como elemento central y como envolvente.

 

Cocina Hermanos Torres es un proyecto que nace a partir de la voluntad de generar una nueva experiencia en relación con el mundo de la cocina y la restauración. Un nuevo espacio que sirve para vivir una nueva experiencia culinaria. Contenedor y continente se unen en pro de una experiencia única.

“Más que un restaurante con cocina, nos gustaría crear una cocina con restaurante”, es la premisa de los hermanos Torres para empezar la transformación de una antigua nave industrial de 800 m2, que había que reformar totalmente para convertirla en “la nave de los sueños”. El proyecto realizado por el estudio OAB nace, por tanto, con la voluntad de borrar o diluir algunas líneas divisorias entre los diferentes espacios que componen un restaurante tradicional, situando la cocina no sólo como el elemento central de la intervención, sino también como elemento envolvente. El restaurante es la cocina y el espacio escénico donde el comensal es espectador y a la vez protagonista.

Al situar la cocina en el epicentro del restaurante resurge el antiguo concepto del café-teatro, lugares en los que el comensal goza de un espectáculo mientras cena. Pero aquí el espectáculo consistirá en la propia elaboración de los platos que se degustarán. Además, gracias a haber escogido una nave industrial como gran contenedor, se enfatiza la experiencia que tiene el comensal de estar viviendo una “performance” en primera persona. Da la sensación, al estar en una gran nave, de estar en un plató de televisión o en un moderno teatro.

Se trató de configurar y ensalzar estas propiedades del espacio original de tal forma que se pudiera producir un paso más en la experiencia de la alta cocina. Al haberse diluido las líneas que separan físicamente el espacio, los dos Chefs, Sergio y Javier, junto con segundos chefs, jefes de cocinas, jefes de sala, camareros y cocineros ayudantes, traspasan con naturalidad y sin barreras el espacio entre fogones y mesas. Un espacio de no más de dos metros, libre de cualquier obstáculo físico o visual. Se produce así lo que buscaban los hermanos, poder establecer una relación directa con sus clientes.

Paralelamente el espectador, comensal y protagonista (dependiendo de cada momento) no sólo tiene un escenario central que son los “tres pianos” (lugar donde se elaboran y culminan los últimos pasos de cada plato), si no que además se encuentra rodeado de cocinas y espacios relacionados con la experiencia que está viviendo. En tres de las caras que envuelven el espacio central se encuentra la bodega de vinos, la pastelería y las 3 cocinas de preparación (Carnes, Pescados y Frutas-verduras), así como también se puede observar tras un cristal el espacio de investigación y desarrollo en el que los hermanos realizan sus experimentos y pruebas para alcanzar nuevas creaciones.

Se ha trabajado para que las cocinas funcionen como un reloj, y estén lo mejor dotadas posible, dando siempre prioridad a los aspectos funcionales para no disminuir su correcto funcionamiento. Por ello, existe una circulación trasera, que consigue comunicar todos los espacios: cocinas de preparación y de producción y sus respectivas cámaras así como los espacios para el personal, comedor, vestuarios, aula de formación, etc. Así que, a pesar de lo novedoso de la distribución, se ha organizado el espacio de forma coherente y eficaz.

Otro ejemplo sería el de respetar el clásico concepto de antesala o atrio representado en la zona del Bar. Es decir, cuando entramos y accedemos a la gran nave industrial, disponemos de un primer espacio filtro que nos permite guardar la sorpresa, para después descubrir el gran espacio del comedor principal. Así, junto a guardarropía, el Bar se convierte en antesala.