El proyecto de Idearch en La Berzosa (Hoyo de Manzanares, Madrid) se convierte así en un soporte, una plataforma versátil y cambiante, una plataforma para un nuevo estilo de vida, según sus palabras. Dicha plataforma se materializa elevada del terreno, ajena a los desniveles de la topografía, y permitirá que la naturaleza se desarrolle con libertad por debajo.

Memoria del proyecto:

El pintor busca un espacio para él y su pintura. Una de sus frases iniciales «Quiero un estudio donde poder vivir, no una casa donde poder trabajar» manifiesta su intención de entender invariablemente su trabajo como parte estructuradora de su vida y de la misma manera el curso del proyecto se ve marcado por esta mezcla de ambos espacios vitales, el doméstico y el del trabajo.

Su vuelta de Nueva York, después de más de 20 años allí, se produce con la intención de desarrollar la segunda parte de su carrera profesional en su país de origen, manteniendo los vínculos con sus raíces, pero en una mezcla inevitable con el mundo americano que le acogió. Este nomadismo se interpreta en una vivienda que pretende ser atemporal y que no pertenece a ningún lugar específico y, por lo tanto, que mezcla elementos libre y desprejuiciadamente para producir un objeto, un «cacharro» de los que tanta fascinación le han producido en su propia carrera profesional y que tantas veces ha pintado… Esta vez a una escala arquitectónica.

El carácter abstracto del proyecto viene derivado del interés del cliente en una arquitectura racional y contemporánea, comparándolo con unas intenciones e ideales que en ocasiones incluso relaciona con la tecnología y la perfección aeroespacial. Así, uno de los primeros requisitos del proyecto fue crear un objeto aparentemente independiente del entorno, abstracto en su forma y racional en su desarrollo. La tecnología inevitablemente formaría parte de su evolución y la materialización tendría que responder a la sofisticación y perfección de su propia pintura.

(PLATAFORMA)

El proyecto se convierte así en un soporte, una plataforma versátil y cambiante, una plataforma para un nuevo estilo de vida, según sus palabras. Dicha plataforma se materializa elevada del terreno, ajena a los desniveles de la topografía, y permitirá que la naturaleza se desarrolle con libertad por debajo. Al ubicarse en una posición elevada, el usuario siente esa independencia, en un soporte de acero y piedra que le dirige hacia la vivienda y las vistas del encinar al fondo. Un patio quiebra el volumen abstracto del volumen principal, e introduce la plataforma hacia el corazón mismo de la vivienda.

(ESCALA)

El proyecto intencionadamente se piensa como un objeto abstracto, sin escala reconocible, que no muestra ni sus huecos de fachada para no dar pistas. Únicamente, la persona en su uso es capaz de establecer esas relaciones, y dará escala a los espacios de muy diferentes alturas.

(PIEL)

La fachada busca relacionarse con los árboles del entorno cercano, en un ritmo de ondulaciones verticales materializadas mediante una doble piel de chapa perforada y plegada. Sus grandes dimensiones, que incluso se dirían fuera de escala, generan un efecto que explora los límites compositivos y de ritmo en vivienda unifamiliar. Esta piel se separa de la fachada principal, en un efecto abstracto de levedad y ligereza, envolviendo el caparazón principal, protegiéndole térmicamente, y proporcionando seguridad a la vez que un efecto estético. Los otros materiales de fachada, vidrio y policarbonato proporcionan transparencia en los dos puntos más públicos de la vivienda, el salón y el estudio de pintura.

(DIAFANEIDAD, ESPACIO CONTINUO)

Derivado de aquella frase que mezclaba el ámbito doméstico y el del trabajo, la diafaneidad se vuelve un concepto estructurante del espacio interior. La relación con los espacios de trabajo del Nueva York más industrial de los 80 y 90, y el actual estilo de vida del cliente permitían generar un espacio que pudiera ser la mayor parte del tiempo diáfano y continuo, sin existir límites fijos. Únicamente dos puertas pueden dividir el espacio, la del estudio y la de su dormitorio.

(INDUSTRIALIZACIÓN)

Frente a la elección de materiales artesanales o realizados «in situ», el acero o el vidrio surgen como los principales materiales desde un comienzo. La búsqueda de procesos de industrialización como parte del proceso de trabajo se vuelve un requisito inicial. Así, la estructura será de acero, soldada en su plataforma, pero atornillada en su nivel superior, buscando un ideal de montaje y desmontaje lo más independiente del terreno posible.

PROYECTO/OBRA: Casa Estudio para un pintor ARQUITECTOS: Syra Abella Bule / Joaquín Mosquera Casares (idearch studio) COLABORADOR: Lucía Alonso, arquitecto ESTRUCTURAS: Alejandro Bernabéu LOCALIZACIÓN: La Berzosa. Hoyo de Manzanares, Madrid PROMOTOR: Privado CONSTRUCTOR: Ahelio Obras Civiles FOTOGRAFÍAS: Joaquín Mosquera