Duality Fit Studio es un centro de entrenamiento deportivo ubicado en Valencia. Con una superficie de 112 m², el proyecto de Sahuquillo de Arriba se organiza a partir de un espacio diáfano en forma trapezoidal, concebido como un todo único y articulado en dos atmósferas claramente diferenciadas.
El corazón del espacio lo ocupa la sala de entrenamiento, donde se ha optado por mantener la altura máxima del local. Aquí, los forjados y pilares de hormigón quedan vistos, resaltando el carácter industrial y robusto del entorno. Esta amplitud y verticalidad refuerzan la sensación de fuerza y apertura, ideal para la actividad física. En contraste, la recepción, los vestuarios y el despacho -pensado también como una sala polivalente-, presentan una cota de techo más baja, alineada con la altura máxima de las carpinterías, creando así espacios más íntimos. Este juego de alturas aporta un entendimiento tridimensional al diseño, adaptando la atmósfera de cada área a su función específica.
Al mismo tiempo, la cota de las carpinterías sirve para diferenciar en dos las particiones verticales, escogiendo un enfoscado de mortero de grano fino en la parte inferior y mortero a la tirolesa en la superior, ambos en tonalidades cálidas que añaden textura y dinamismo a las paredes.
Las carpinterías verticales, inspiradas en la composición exterior del edificio y en el propio espacio, actúan como protagonistas del diseño, añadiendo un elemento de ligereza y ritmo al conjunto. En la zona de entrenamiento, un gran ventanal compuesto por seis hojas plegables de aluminio negro conecta el interior con el exterior. Este sistema permite abrir completamente la sala al entorno, ampliando el espacio hacia el exterior con la idea de realizar también entrenamientos al aire libre.
Los materiales seleccionados refuerzan la dualidad del espacio. Los tonos cálidos de los morteros y el microcemento en tono crema contrastan con la presencia del aluminio negro presente en las carpinterías, baldas e iluminación. Este contraste busca equilibrar la serenidad de las áreas de servicio con la energía vibrante que demanda la sala de entrenamiento.
El resultado es un espacio tranquilo, pausado, agradable y muy conectado con su entorno inmediato; al tiempo que un lugar duro y vibrante que fomenta la motivación necesaria para el entrenamiento. Un planteamiento sencillo acorde a las características intrínsecas del espacio.
Arquitectos: Guillermo Sahuquillo y Adrián de Arriba – Estudio Sahuquillo de Arriba Constructora: YAM Carpintería: Imola Aluminios Localización: Valencia Superficie: 122 m2 Año: 2024 Fotografía: Oleh Kardash