Murad García Estudio está finalizando las obras de ejecución de esta vivienda unifamiliar ubicada en la calle más antigua y noble de una población cercana a Valencia.

Una casa antigua es como una persona, tiene su propia historia. Se puede reescribir cada cierto tiempo, pero siempre sobre los cimientos, la estructura y la construcción original que constituyen su personalidad. El proyecto de Murad García Estudio consiste en poner en valor esa personalidad, latente en todos los rincones del estado actual constructivo, abandonado desde los años noventa.

La Casa de la Seda nació hace más de 200 años. A lo largo de su vida útil ha sido transformada en varias ocasiones, desde casa palaciega con abundantes decoraciones, hasta almacén de productos agrícolas y explotación ganadera, incluido la cría de gusanos de seda para la obtención de tan preciada fibra natural, del cual recibe el nombre, en homenaje también a la tradición histórica valenciana de este tejido, reconocida en el recientemente inaugurado Museo de la Seda de Valencia, antigua desde del Colegio del Arte Mayor de la Seda, dedicado tanto a la producción de tejidos como al Gremio de Velluters.

La distribución comienza en la entrada tras franquear el gran portón de la calle. Se accede a un espacio único formado por vestíbulo, estar y cocina en planta baja del caserón principal, donde se mantiene la antigua chimenea y el aljibe-bodega del subsuelo, comunicado con el gran patio central, en torno al cual se distribuyen las habitaciones y sus vistas, así como varios elementos: el antiguo pozo de agua y sus acequias, el pavimento reconstruido de adoquín, y un gran árbol que tamice la luz del conjunto. En la planta alta está la andana o almacén bajo cubierta, donde en el último forjado ya desaparecido, se producía la seda, reconvertido en sala de juegos polifuncional.

Una vez atravesado el patio se encuentra el segundo bloque de la edificación, la cuadra-corral, ahora paellero-barbacoa, comedor y piscina cubierta con un potente lucernario que dota de luz. Todo ello junto a un antiguo lavadero del pueblo, descubierto enterrado bajo el olvido del tiempo a más de 2 metros de profundidad del terreno, que va a ser desenterrado y restaurado para uso y disfrute de quien quiera contemplar su indudable belleza.