El Restaurante Palodú está dejando huella en la escena gastronómica local. Los chefs Diego y Cristina han logrado un hito con su inclusión en la Guía Michelin de Málaga 2023, y han llevado su colaboración y creatividad a un nuevo nivel, reflejando su sinergia en sus platos y confían en nosotros para el diseño del espacio. Palodú es un escenario diseñado por Lago Interioriza donde la dualidad se encuentra en cada detalle, desde la interacción de luces y sombras hasta la mezcla de texturas suaves y rugosas, todo ello desde la interiorización de sus ideas para trasladarlos al espacio.
La distribución de este es clave para crear distintos ambientes que coexisten en sintonía, además de ser un reto en cuanto a diseño. El edificio se caracteriza por un planta un tanto alargada y fragmentada, contando con una fachada protegida por ser un elemento histórico. La paleta de colores, dominada por tonos neutros, proporciona una base serena sobre la cual resaltan texturas.
El confort acústico es una prioridad, asegurando que la atmósfera del restaurante invite a la conversación y al disfrute sin distracciones. Cada elemento, desde la iluminación focal hasta los recorridos bien pensados del personal y los comensales, contribuye al proceso de análisis e interiorización del espacio, haciendo de Palodú no solo un lugar para comer sino para vivir una experiencia completa.
El restaurante se adapta al edificio histórico que ocupa, respetando su arquitectura mientras se introduce una funcionalidad moderna y ágil. Cada aspecto del diseño ha sido cuidadosamente considerado para asegurar que el espacio no solo sea atractivo sino también cómodo y práctico para todos los que interactúan en él. Cada persona ocupa un rol distinto y creemos en la importancia de hacer de un espacio funcional para todos. Hemos trabajado juntos, con Cristina y Diego para garantizar que cada paso en el restaurante sea intuitivo y enriquezca la experiencia general.
Desde el inicio, queríamos que cada sala tuviera su carácter. La recepción actúa como “Gabinete de curiosidades” con la posibilidad de transformarse en un espacio multiuso y poder alojar una cata de vinos o una degustación de productos. El diseño de las salas varían en tonalidad y ambiente, culminando en la “mesa de los chef”. La narrativa de sabor y diseño se unen. La historia del lugar se entrelaza con anécdotas personales, como el recuerdo del “Palodú” malagueño, que inspiró para la creación del nombre.
Este restaurante es más que un lugar para comer; es un tributo a la ciudad malagueña, que se consolida como un destino gastronómico de primer nivel gracias a espacios como este, donde la tradición y la modernidad se encuentran para celebrar lo mejor de ambos mundos.
Fotografías: Loveladrillo