El número de viviendas finalizadas anualmente está muy alejado de los niveles por encima del medio millón de antes de la crisis del ladrillo. En los últimos 10 años, únicamente en 2021 y 2022 se pudo llegar cerca de las 90.000 viviendas (se espera una cifra similar para este año).

Si hay poca obra nueva, ¿cuál es el futuro de los arquitectos?

Una de las respuestas es la rehabilitación, especialmente la energética, que la normativa europea va a exigir de forma contundente a partir de ahora.

El transformismo, entendido como evolucionismo, como la variación “por la acción de diversos factores intrínsecos y extrínsecos”, podría ser el nuevo caldo de cultivo de futuras generaciones de arquitectos. La dinamicidad y la mutabilidad de las circunstancias que afectan al entorno construido – normativas, geopolíticas, sociales, económicas, etc. – traerán muchas más oportunidades de negocio, pues el parque de edificios, distritos y ciudades que hay que rehabilitar es muchísimo más grande que las nuevas edificaciones que se proyecten.

Desafortunadamente la tasa de rehabilitación de viviendas y edificios es excesivamente baja para conseguir los objetivos de descarbonización,  además la tendencia no parece ir al alza. Es necesario revertir esta situación, pero hay que superar algunos desafíos.

En AFEC – Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización – creemos que existen soluciones tecnológicas para descarbonizar la climatización (calefacción y refrigeración) y la producción de calor (agua sanitaria doméstica, vapor industrial, etc.), como la bomba de calor y la recuperación de calor, apoyados por sistemas de regulación y BACS (sistemas de control y automatización de edificios). Además, la evolución de los equipos de ventilación y filtración permite que la renovación de edificios asegure la calidad del aire interior.

Sin embargo, otros asuntos están más verdes, y en este caso el color no denota sostenibilidad… Esto suscita una serie de preguntas.

 

Financiación de la renovación energética: ¿un modelo caduco?

¿Por qué no se habla sobre consumo energético en los préstamos hipotecarios de rehabilitación? ¿Se podrían conectar a la certificación energética (siempre que ésta sea rigurosamente certificada y verificada)?

Parte del transformismo en este contexto, supone convertir todo en valor. Hay expertos que explican que en EEUU toda subvención es contrastada con un análisis de ahorro de coste al sistema: es una inversión, no un gasto. Sería muy conveniente que las nuevas normativas reactualicen la forma de elaborar balances económicos, proyectando valor a futuro, no basándose en la foto del trimestre. De esta manera, se revalorizaría la sostenibilidad del modelo, sin que esté basado mayormente en programas de ayuda.

Las bombas de calor proyectan ahorros energéticos y de emisiones muy significativos durante toda su vida útil, contribuyendo a lograr los exigentes objetivos europeos. Un modelo de financiación público-privada que incluya los ahorros futuros impulsaría el despliegue de esta tecnología en rehabilitación de viviendas y edificios.

¿Y las aseguradoras?

Las empresas aseguradoras son agentes imprescindibles en esta transformación, pero buscan garantizar los resultados, tanto en términos económicos como de desempeño del proyecto. En rehabilitación los riesgos de no llegar a los objetivos, de que las funcionalidades no cumplan lo esperado, de dañar el edificio… no están cubiertos por garantía, a diferencia de la obra nueva. ¿Cómo podremos conseguir que participen?

 

Murphy en el proyecto del arquitecto

La ley de Murphy puede estar presente en todas las fases desde el diseño inicial de un proyecto, hasta su materialización, pasando por la especificación de equipos, la planificación, la obra, la selección final de sistemas o la instalación, y provocar posibles desajustes a lo largo de este proceso, que pueden dificultar o limitar el conseguir el resultado optimizado previsto en el proyecto.

Existen barreras y retos, como la ubicación de las bombas de calor, aspectos de acústica y estructura, la necesaria adecuación de la instalación eléctrica, etc. La planificación del mantenimiento es también clave, pues hay que dejar la instalación con los criterios apropiados para que se pueda mantener.

 

Otro aspecto del transformismo: una visión integral

El reto es transformar la manera de diseñar proyectos de rehabilitación, adelantando el diálogo de todas las partes, reforzando la comunicación y poniendo en común el conocimiento de todos los agentes, para entender todos los detalles y evitar comprometer la arquitectura.

De esta manera se podrán integrar en los diseños, desde el principio, la estructura y las instalaciones, incluidas las de climatización, agua caliente y ventilación, considerando la recuperación de calor, que en rehabilitación es algo más compleja que en nueva edificación.

Es tiempo de alianzas, de evolución/transformismo, de justicia energético-social, y de visión integral y colectiva.