Diseñado por Jaime Hayon, este nuevo concepto de estancias temporales combina lujo y modernidad y recupera una joya arquitectónica del casco histórico de Valencia.

 

Desde marzo, el corazón de Valencia cuenta con un nuevo hogar en donde el diseño y la creatividad se abrazan. Se trata de Casa Clarita, una original propuesta de alojamientos de corta y mediana estancia diseñada por el aclamado artista Jaime Hayon.

Ubicado en el barrio de la Seu, el más antiguo de la ciudad, este complejo de 10 apartamentos y 12 habitaciones ofrece un refugio acogedor y singular lleno de detalles y depurada elegancia para seducir a los viajeros más exigentes. Como en un moderno hotel de cinco estrellas, cada espacio combina acabados y materiales contemporáneos de altísima calidad con mobiliario realizado a medida que lo dotan de una personalidad única y un estilo hogareño.

En Casa Clarita no hay dos estancias iguales: cada rincón está repleto de tesoros, de elementos arquitectónicos únicos y decorado con objetos recuperados así como con piezas artísticas de vanguardia
que le otorgan un halo mágico, especial y sobre todo, entrañable.

Hogar, patrimonio y diseño

Fiel al espíritu que hace único a este barrio, la nueva propuesta busca ofrecer un trozo de la historia de la ciudad poniendo en valor esta joya arquitectónica originalmente perteneciente a una familia de artesanos cristaleros que habitaban las plantas superiores y utilizaban los bajos como talleres y tienda.

Restaurado siguiendo los más altos estándares, Casa Clarita ofrece una experiencia que no dejará indiferente a los viajeros gourmet. En esta nueva propuesta, cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para crear un ambiente único y encantador. Los huéspedes podrán sumergirse en el lujo y la comodidad mientras admiran el excepcional diseño bajo la mirada artística de Jaime Hayon, con elementos que dotan a cada rincón de una personalidad propia pero que preservan la esencia y encanto original del edificio.

Una ventana abierta al barrio

Casa Clarita invita a conectar con el alma de la ciudad y el germen del carácter valenciano. Así, en cada habitación pueden encontrarse productos locales y de cercanía que enriquecen la experiencia ayudando
a paladear el sabor local. El diseño a medida, se adapta a las particularidades de cada espacio para ofrecer una pequeña historia y una vivencia singular. Como uno más del barrio.

Quienes se acerquen a la calle Avellana 10, podrán descubrir los rincones especiales de este edificio y ser testigos de su pequeña historia.