110 m2 divididos en un hall con gabanero, aseo de cortesía, cocina semi integrada con el salón comedor y una zona de lavandería y plancha, suite principal y suite de invitados. El hilo conductor de este proyecto de Raquel Chamorro es la ebanistería, donde una pieza de 30 cm acanalada en blanco roto enmarcada con dos molduras negras se convierte en la pieza clave que recorre paredes, armarios, mobiliario de baño, vestidor y otros. Además, el suelo de nogal fue realizado expresamente para este proyecto.
Zona de estar, los sofás son diseño exclusivo del estudio. El ayuda de comedor dialoga a la perfección en materiales y formas con el mueble bar y la consola de la entrada, mientras la mesa de comedor es un diseño de líneas italianas realizado en el estudio en madera de ébano. La iluminación mezcla la luz natural, matizada por los toldos motorizados, las mosquiteras de las ventanas y los propios visillos con la conseguida a través de las candilejas como luz perimetral pared-techo, los focos como luz cenital, etc.
Salón comedor, diferenciado del hall a través de candilejas y baquetones. La gama cromática sigue siendo blanco roto y negro unido al tono mostaza en almohadones y sillas.
Zona de estar, los sofás son diseño exclusivo del estudio. La iluminación mezcla, por un lado, la luz natural matizada por los toldos motorizados, las mosquiteras de las ventanas y los propios visillos y, por otro, la conseguida a través de las candilejas como luz perimetral pared-techo, los focos como luz cenital…
Separando la cocina, dos grandes puertas correderas realizadas a mano son el punto principal donde su decoración se repite en todas las estancias convirtiéndose en el “late motiv” de toda la vivienda. En el centro se abre una amplia isla en torno al patinillo central.
Suite principal: su color base es el blanco roto con azul noche y frambuesa. Dos pilares y en el centro la cama, con colcha de algodón aterciopelado en fresa con pie de cama reversible con los colores de los almohadones. En cuanto a la ventana, se ha vestido con visillos y doble cortina, la parte inferior se ha confeccionado del mismo color azul que la colcha. Las lámparas que caen del techo sobre las mesillas son de latón y en la pared se ha reforzado la iluminación con dos apliques negros. El vestidor tiene la misma línea estética que las puertas correderas del salón: lacado en blanco roto con acanaladura de 30 cm con pequeños tiradores en negro, iluminación interior con un diseño exclusivo y personalizado. Toda la ebanistería del baño de la suite principal, muebles bajo lavabo, cubrerradiador, armarios altos y bajos sigue el mismo diseño que el resto de la casa.
Suite de invitados: cuenta con una zona de trabajo y una bicama, armario y tocador. La gama cromática es la misma de la casa, pero con un color complementario, el caldero o naranja quemado de los almohadones. La iluminación vuelve a ser mixta tanto por los focos, como por las lámparas que caen del techo en el tocador, los espejos retroiluminados y, por último, la hornacina de la ducha donde están los productos.