El prestigioso estudio de arquitectura Batlleiroig promueve un diseño innovador en busca de una nueva forma de vivir para los estudiantes y docentes; más contacto con la naturaleza, especial interés en las zonas deportivas y grandes espacios comunes para toda la comunidad.  El grupo inglés Vita Group, que ya gestiona 22 residencias de estudiantes en Reino Unido, da el salto al resto de Europa apostando por la ciudad condal de la mano del estudio de arquitectura catalán.

El estudio catalán Baitlleiroig, creado en 1981 por Enric Batlle y Joan Roig, ha diseñado la primera residencia del grupo inglés Vita Student en Barcelona. La propuesta arquitectónica se adapta al modelo innovador de residencias que propone el grupo, un concepto más allá del alojamiento, en el que los espacios, la naturaleza, el bienestar físico y mental o la integración con la comunidad, cobran todo el protagonismo. De hecho, muchos de los servicios de la residencia estarán abiertos a los estudiantes de toda la ciudad, tales como charlas inspiracionales, programas de experiencias de trabajo, networking o nuevos espacios dedicados al estudio.

Batlleiroig se une así a una propuesta innovadora que sigue la línea de otros proyectos del estudio, en los que su máxima es apostar por la renaturalización de la ciudad, la regeneración del paisaje y la creación de espacios saludables. La residencia abrirá en septiembre de 2022 con una oferta de 274 plazas en el barrio de Pedralbes, donde se encuentran algunas de las universidades y escuelas de negocio más importantes de Europa, como la IESE, ESADE, UB y la UPC.

Una nueva forma de vivir en contacto con la naturaleza y la comunidad

La Residencia de Estudiantes Vita Student se ubica en un entorno privilegiado, a los pies de la sierra de Collserola. Un emplazamiento rodeado de espacios verdes en el que se dispone un edificio con volumetría y color adaptados al entorno. El diseño busca la máxima integración con el espacio exterior.

La organización volumétrica del conjunto permite liberar un gran espacio de la parcela, respetando el arbolado existente y dotando al edificio de espacios exteriores de calidad y en contacto con la naturaleza. Además, gracias a la disposición propuesta, todas las habitaciones disponen de buenas visuales hacia los espacios exteriores, asegurando a los estudiantes y docentes acceso a la naturaleza desde cada uno de los espacios.

La residencia y su diseño promueven una nueva forma de vivir. Por un lado, las habitaciones están diseñadas y equipadas para disfrutar de total intimidad, mientras que los espacios comunes complementan los servicios y fomentan la vida en comunidad y la relación entre estudiantes. Se han diseñado espacios e instalaciones comunitarias en los que se organizarán eventos, charlas, networkings, etc. que serán accesibles a todos los estudiantes de la ciudad, así como zonas de estudio que ampliarán la oferta de espacios dedicados a este uso en Barcelona.

La zona común más destacada es el gran jardín del interior de la parcela, donde se encuentran una piscina, un anfiteatro exterior, una zona de barbacoa y zonas de estar, espacios que permiten disfrutar de un sinfín de actividades al aire libre, una de las prioridades del diseño. Al acceder al edificio por la Avenida Esplugues, a través de un vestíbulo diáfano, se tiene visual directa con el jardín interior. El mismo vestíbulo conecta con una gran zona comunitaria en el nivel inferior, iluminada a través de un gran lucernario que proyecta luz natural todo el día. Es en este espacio donde se encuentran todo tipo de espacios comunes como salas de estudio, de juegos, comedores comunitarios, zona de estar, gimnasio…

En la cubierta del edificio se ubica otra zona de uso común y de encuentro, con unas vistas excepcionales de la ciudad de Barcelona. Todos estos espacios exteriores cobran especial relevancia en un clima y cultura como la nuestra y diferencian a Vita Pedralbes de otras residencias situadas en el casco urbano de la ciudad.

 

Una fachada sencilla y de calidad que refleja un entorno donde predomina el verde

La fachada se caracteriza por su sencillez, calidad y color, integrándose totalmente en el entorno ajardinado de la parcela. El diseño de la fachada y su modulación responden de forma directa a su programa y se ajustan a dos situaciones diferenciadas por su orientación y entorno,

Por un lado, las fachadas norte y este se relacionan de forma directa con la calle, por lo que se ha diseñado una fachada más protegida que combina zonas opacas con zonas huecas donde se ubican las balconeras de las habitaciones. Por otro lado, las fachadas sur y oeste son las más expuestas al sol y las que están en contacto directo con el jardín; por ello se han planteado fachadas más ligeras con terrazas y vegetación que aportan protección solar y dotan a las habitaciones de espacios exteriores de calidad en contacto con la naturaleza.

Se ha diseñado una fachada ventilada con un acabado de cerámica, extruida de color verde y con una geometría en forma de greca que se enmarca con lamas de aluminio que enfatizan su modulación.

Este acabado y su geometría generan un juego de sombras que varía durante el día, caracterizando la imagen del edificio.  La fachada ventilada, junto al acabado de cerámica, la alta inercia térmica y la incorporación de carpinterías de altas prestaciones dan lugar a una envolvente que contribuye a reducir la demanda energética del edificio.

 

Un edificio que pone el bienestar y salud de sus usuarios, la sostenibilidad, la calidad arquitectónica y el contacto con la naturaleza en el centro del diseño

El edificio ha sido diseñado bajo estrictos parámetros de sostenibilidad y ahorro energético, con una envolvente térmica y organización volumétrica que reducen al mínimo la demanda y con la incorporación de una serie de medidas y unas instalaciones altamente eficientes que reducen al mínimo las emisiones de CO2 y el consumo, lo que supone que este edificio consuma un 85% menos que un edificio que cumpla estrictamente con lo definido en normativa.

Se han incorporado fuentes renovables de producción de energía: placas solares fotovoltaicas, con una producción anual de 42 Mwh año, así como placas solares térmicas para la producción de agua caliente sanitaria que cubren el 70% de la demanda del edificio. A su vez se ha optado por implementar una gestión responsable del agua, con la introducción de equipamientos eficientes, una vegetación autóctona de bajo requerimiento hídrico y reaprovechando el 100% de las aguas de lluvia. Las aguas de lluvia procedentes de las cubiertas del edificio se utilizan para el riego de todas las zonas verdes y las de la urbanización exterior se infiltran en el propio terreno. Con estas medidas reducimos al mínimo consumo de agua y el vertido a la red de alcantarillado.

En el edificio se promueve la movilidad sostenible con espacios destinados a bicis y patinetes y con escaleras abiertas y atractivas que conectan las zonas comunes y promueven recorridos interiores saludables. El edificio prevé obtener el certificado de Construcción Sostenible BREEAM, así como una alta calificación energética A.

El diseño arquitectónico y paisajístico de Batlleiroig aúna la calidad y el contacto con la naturaleza, poniendo las bases para que la residencia Vita Pedralbes se convierta en un referente de estilo de vida sostenible que fomenta el bienestar y la salud de sus usuarios.