PROYECTO: Hospital de La Línea de la Concepción (Cádiz)
ARQUITECTO: Planho
CIUDAD: Cádiz
TIPOLOGÍA: Sanidad

Edificio con vocación urbana y sostenible

El proyecto de Planho busca la durabilidad y el bajo consumo y gracias al soterramiento de la vía urbana permite que el vestíbulo de acceso sea una gran plaza transitable conectada a la ciudad.

 

El hospital de La Línea, realizado por Planho, es un edificio con gran vocación urbana que se potencia a través del soterramiento de la vía rodada, de forma que el vestíbulo de acceso es una gran plaza transitable peatonalmente y conectada con la ciudad. Esto da pie a la creación de un bloque longitudinal que incluye servicios terciarios y frente a él, el hospital.

El esquema de circulaciones garantiza la fluidez del tráfico y la segregación de usos necesaria. Se trata de evitar el deambular desordenado de profesionales, pacientes, visitas y de servicios por diferentes zonas del hospital y de que el acceso del ciudadano al hospital se haga de forma sencilla e intuitiva. Se trata también de que los servicios y la actividad clínica se produzcan sin que se perciba ésta por los que no son profesionales.

Las áreas son agrupadas según las necesidades de interrelación. El hospital queda estructurado por el gran bloque técnico-clínico de una planta al Norte, que alberga los usos más críticos y una pieza constituida por un corredor y vestíbulo para pacientes ambulatorios y visitas al Sur. Entre ambos se establecen cuatro bloques en dirección Norte-Sur. Los dos bloques al Oeste se destinan para consultas y radiología, accesibles desde el vestíbulo de forma directa. Los dos bloques del Este contienen servicios administrativos y las hospitalizaciones especiales. Las diferentes áreas quedan vinculadas al esquema de circulaciones en función de su carácter, garantizando de esta forma la segregación y el confort.

Los materiales con los que se ha construido el Hospital de La Línea no solamente responden a criterios técnicos, normativos, de durabilidad, fácil mantenimiento, seguridad… sino que buscan cualificar los espacios mediante el tratamiento del color, las texturas y la luz para conseguir una armonía que redunde en el bienestar de pacientes y profesionales. En un edificio de uso tan intensivo como el de un hospital, este confort visual debe estar respaldado por soluciones estandarizadas y robustas, capaces de perdurar en el tiempo con plenas garantías. También lo es en el uso de la energía, por lo que el tratamiento de las envolventes, expuestas principalmente a orientaciones Este-Oeste, cobra especial importancia.