El edificio original es un conjunto ecléctico de casa mallorquina con influencias moriscas y venecianas, fruto de la intervención que realizó el anterior propietario del inmueble, el pintor Joaquín Torrents en 1985. Joaquín Torrents, enamorado de Venecia y de su peculiar estilo arabesco, recreó en su casa-taller la atmósfera que el mismo experimentó en sus frecuentes viajes y estancias en la ciudad de la laguna.
Situado entre las calles Portella y Can Serra, la casa del pintor Torrents se convirtió tras su fallecimiento en un museo dedicado a su obra, y tras su cierre entró en un período de deterioro y abandono. El proyecto de reforma da una nueva vida al edificio, un nuevo uso adaptado a los nuevos tiempos, manteniendo su esencia y estilo propio. Un hotel-oasis de 12 habitaciones, 12 casas. Casa Portella es un proyecto de GRAS Reynés Arquitectos diseñado en conjunto con el estudio de arquitectura interior Festen, de París.
El edificio es un ejemplo peculiar de casa histórica de Palma; tipología caracterizada, entre otros elementos, por disponer sus estancias alrededor de un patio abierto a la calle. Es particular ya que fruto de la intervención anteriormente mencionada, la casa tiene un eclecticismo poco habitual en este tipo de edificaciones. Es un edificio introvertido que se vuelca en el patio, con una circulación muy confusa, a veces incluso laberíntica y con una disposición inusual de los espacios al haber adaptado el antiguo casal Palmesano primero al uso de casa-taller, y posteriormente al de museo.
El proyecto de reforma pone en valor las características originales del edificio, sobre todo el patio y la circulación dentro del edificio.
El patio, elemento central y característico de la arquitectura local, herencia de la domus romana, es el corazón del edificio, corazón que se vislumbra desde la calle a través de la reja de entrada y el soportal, elementos muy característicos de los casals de Palma de Mallorca, donde el patio siempre es visible desde la calle, compartiendo, aunque sea a distancia el frescor, la vegetación así como el elemento de agua que siempre suele existir en los patios; normalmente un pozo o cisterna, en este caso una fuente con una escultura. Se trata de espacios privados con vocación pública, espacios que se comparten con la ciudad. Se recupera el estanque, el elemento de agua con su fuente. La planta baja se abre al patio ampliando las aperturas existentes para conseguir la conexión con este jardín interior. Se mantiene la escala de los espacios, propios de una casa, huyendo de esta forma del estereotipo de hotel urbano.
Un elemento muy característico de este edificio y poco habitual son las galerías arabescas que cruzan el patio en distinto nivel y enfrentadas, creando una circulación muy interesante a la vez que confusa, desorientando al usuario, característica de muchos edificios de Venecia. Los 2 cuerpos del edifico, el de la calle Portella y el de la calle Can Serra se conectan a través de estas galerías, cruzando el patio.
La planta primera, la planta noble, techos altos y grandes aperturas, se destina a habitaciones. En este espacio es donde se encuentran los elementos de mayor valor patrimonial; puertas venecianas que trajo el pintor Torrens, grandes chimeneas, artesonados y frescos realizados en algunas de las paredes. Estos elementos se recuperan y reutilizan en el hotel.
Las habitaciones se diseñan como pequeñas casas, cuidando al detalle los elementos de las mismas. Todas las estancias son distintas, en función de la zona de la casa donde se ubiquen y algunas funcionan como miniapartamentos.
Las habitaciones de la azotea disponen de terrazas desde donde se vislumbra el pintoresco paisaje de cubiertas e iglesias del centro de Palma. Los jardines de los baños árabes, monumento único de gran valor histórico, se vislumbran desde las estancias que dan a la calle Can Serra, dotando de amplitud y frescor a esta parte del edificio.
La materialidad del edificio se ciñe en lo existente, reutilizándolo o reemplazándolo por materiales actuales con la misma estética y prestaciones, materiales naturales con un alto componente de sostenibilidad: baldosas hidráulicas, terracota, entre otros.