La nueva obra de RCR Arquitectes (Pritzker 2027) con Muraba propone una arquitectura contemporánea basada en el patrimonio vernáculo y la tradición en su actual proyecto de colaboración, Muraba Velo en Dubái (EAU).
Diez años de asociación culminan en una quinta colaboración entre Muraba, con sede en Dubái, y el estudio RCR Arquitectes, que comparten el deseo de trabajar en armonía con el entorno natural y conceptos inspirados en las características únicas de cada lugar. Teniendo en cuenta la cultura y el clima de Dubái, Muraba y RCR presentan un nuevo tipo de rascacielos para la región: un ejercicio de adaptación de la arquitectura al lugar, trabajando con la naturaleza en vez de contra ella.
Muraba Velo se eleva hasta una altura de 380 metros con una esbeltez de solo 22,5 metros de ancho. La torre de 73 plantas ha sido aprobada e inscrita en la Autoridad Reguladora del Sector Inmobiliario (RERA) y constará de 131 apartamentos, con residencias exclusivas de 2 a 5 dormitorios y servicios de ocio, como un spa, un restaurante, una galería, una pista de pádel, salas de reuniones privadas y un cine privado. El precio mínimo de las viviendas son 18.000.0000 AED. Muraba Velo cuenta con la consultora de ingeniería mundial WSP y la asesoría al cliente de Arup.
Muraba Velo se eleva, imponente pero discretasobre las dunas de la ciudad más cosmopolita y futurista de los EAU, ofreciendo un espectáculo atrevido y sorprendente, incluso en un panorama arquitectónico tan lleno de hitos como Dubái. El edificio se revela tras una serie de capas, la primera de las cuales es el propio «velo», una malla de acero inoxidable hecha a medida, porosa y sensible, que refleja los diferentes tonos del cielo y desmaterializa la presencia de la arquitectura. La estructura cuyo perfil y aspecto inusualmente esbelto se deben a su diseño e ingeniería más avanzados, se inspira en una arquitectura doméstica con siglos de antigüedad, que a lo largo del tiempo ha buscado satisfacer las necesidades humanas básicas de refugio, seguridad, intimidad y una estrecha conexión con la naturaleza.
En el interior, el Velo se inspira en el modelo de casa árabe, que se revela a través de capas sucesivas suavizadas por la sombra y la vegetación antes de llegar finalmente al patio interior, que constituye un centro fresco, comunitario y de convivencia para la vivienda y representa un paraíso en la tierra. Cada una de las 131 exclusivas residencias ocupa toda la anchura del edificio. Protegidas por el velo inspirado en la Mashrabiya y rodeados de generosos espacios exteriores a ambos lados, las residencias gozan de doble orientación y de una suave brisa que reduce la temperatura de forma natural: una reinterpretación del patio árabe.
Por último, el Velo está concebido como un santuario para este lugar y estos tiempos, ofreciendo la oportunidad de vivir una existencia serena, privada, tal vez meditativa, flotando por encima de la ciudad: un retiro de lo instantáneo, lo material y lo virtual, pensado como un oasis tanto para la mente como para el cuerpo. Dondequiera que uno esté en el Velo, tendrá la sensación de estar cubierto y protegido del calor exterior y a la vez liberado por el espacio. Este ambiente está presente en las profudas, altas y amplias habitaciones y terrazas de las residencias individuales como en el mundo subterráneo del Velo, donde se encuentran el spa abovedado, un club de bienestar con piscinas experienciales, salas de tratamiento y gimnasio, así como un restaurante, salones, un «oasis» y un anfiteatro, todo ello oculto bajo un vasto caparazón en forma de duna a los pies de la torre.
Situada en un lugar privilegiado junto al canal, al lado de la principal arteria de transporte de Dubái, Sheikh Zayed Road, el esbelto perfil de la torre residencial hace uso de técnicas tradicionales de ventilación y aprovechamiento de la luz natural, aprovechando una arquitectura inventiva y reflexiva. Diseñada con precisión, rendimiento y belleza, esta joya arquitectónica es una obra de arte bien guardada, con una galería dedicada a sus características únicas que sólo se puede visitar con cita previa.
Ibrahim Al Ghurair, director general de Muraba, comenta: «Esto es más que una hermosa residencia. Nos propusimos lograr una obra arquitectónica que mejorara la vida y que hablara del patrimonio del entorno construido de los EAU. Queremos que Muraba Velo sea sinónimo de exquisita serenidad, con la misma calma que se siente al entrar en el patio de una casa árabe.»
Rafael Aranda, fundador de RCR Arquitectes, explica: «Nos apasiona garantizar que nuestros edificios respondan al lugar, que pertenezcan al sitio y al paisaje autóctono donde están situados. Deben comunicarse con la naturaleza e impregnarse de la atmósfera de la cultura local.»