PROYECTO: Nuevo centro urbano en Shenzhen (China)
ARQUITECTO: Vicente Guallart
CIUDAD: Shenzhen (China)
TIPOLOGÍA: Espacio público

Hacia una ciudad ecológica, densa y compacta

Un parque central será el punto de encuentro de los espacios de oficinas, viviendas, comercios y servicios del proyecto de Vicente Guallart, que abarca dos millones de m2 y una montaña artificial.

 

El arquitecto Vicente Guallart, con su empresa Guallart Architects y junto a un equipo internacional de expertos, ha ganado el primer premio en el concurso organizado por la comisión Urban Planning Land & Resources del municipio de Shenzhen, junto al Shenzhen Investment Holding, para el diseño de un nuevo centro urbano en Shenzhen, capital tecnológica de China, en el distrito de Xianmihu. El proyecto es una muestra de cómo serán las ciudades del futuro basadas en el principio de la ciudad ecológica, densa y compacta donde las nuevas tecnologías hacen que el espacio publico sea más humano y natural y fusionando corredores naturales y actividad económica innovadora de alta densidad.

En el concurso Guallart competía con quince equipos de arquitectos internacionales entre los que se encuentran Bernard Tácheme o Daniel Libeskind. Finalmente el jurado otorgó tres Primeros Premios al proyecto de Guallart Architects, junto al de James Corner, arquitecto autor de la High Line de Nueva York, y el Shenzhen Institute of Architecture.

El Shenzhen Planning Institute ya está desarrollando la fase final para la urbanización, tras la cual se empezará a desarrollar la construcción de las infraestructuras. Guallart Architects ya colabora con el Shenzhen Planning Institute en otros proyectos.

El proyecto, que se empezará a construir en 2020, abarca 2 millones de metros cuadrados en los que se desarrollará un nuevo centro de negocios que incluirá viviendas, oficinas comercios y servicios. Un parque central será el punto de encuentro de los espacios, con un nuevo corredor ecológico, creado con dos grandes plataformas de madera, que unirá el mar con la montaña, dejando el tráfico en la parte inferior y permitiendo que los habitantes tengan una zona libre de vehículos.

La construcción en altura y la ecología serán la base de la trama urbana: se eliminará el tráfico privado en la superficie, desplazándose bajo tierra; se potenciará el uso de nuevas tecnologías urbanas para mejorar los servicios de transporte, como los minibuses sin conductor; un sistema de blockchain con energía distribuida; se creará un sistema de reciclaje de agua; se instalará wifi público en toda la zona y una red de recogida de residuos permitirá recoger los neumáticos y reciclarlos.

El icono del distrito será una montaña artificial de 200 metros de altura con una fachada de madera y árboles que incluirá un centro de convenciones y un hotel. El proyecto también incluye la recuperación de un lago urbano alrededor del cual se construirán nuevas formas de ocio ecológico como una zona de eco-gastronomía, un espacio dedicado a la agricultura urbana, un complejo deportivo multifuncional y un parque de educación ambiental para niños. Esta zona también conservará una montaña rusa de los primeros años de Shenzhen que será reconvertida en un centro para competición de drones.