El proyecto de CREAM presenta la reforma de un apartamento de 95m² situado en la Vila de Gràcia, concretamente en la Plaça de Gal·la Placídia de Barcelona.  El piso presentaba la típica distribución muy compartimentada y laberíntica de algunos pisos del Eixample y con su rehabilitación se ha buscado conseguir un ‘sentido de hogar’ con una arquitectura sin ornamento que consiguiese dar diferentes grados de intimidad y ser un espacio fluido.

La plaza se sitúa a caballo entre los distritos de Gràcia y Sarriá-Sant Gervasi y fue construida en los años 30, siendo hoy un espacio público alegre y dinámico al cual mira nuestro apartamento desde la cuarta planta. El edificio fue construido en los años 60 y el piso era de propiedad de los abuelos del cliente, una finca elegante y regia, el cual requirió una reforma integral a nivel de arquitectura, interiorismo e instalaciones con un coste contenido.

Originalmente el piso tenía la típica distribución muy compartimentada y laberíntica de algunos pisos del Eixample, con un pasillo único que distribuía a varias estancias, algunas de ellas sin luz ni ventilación natural, y quedando así mucho espacio de circulación poco útil para las necesidades actuales.

El objeto de la reforma era conseguir un ‘sentido de hogar’ con una arquitectura sin ornamento que consiguiese dar diferentes grados de intimidad y ser un espacio fluido. Antes de la intervención el piso tenía un ambiente muy oscuro debido a la excesiva compartimentación. Se propuso un espacio único, flexible y abierto que comunicase de una forma no directa con las diferentes estancias, obteniendo una atmósfera que dote de luz natural y una sensación en perfecta concordancia del espacio, una percepción que se comunique a quienes lo contemplan, visitan y habitan.

La pieza principal es la formada por el salón-comedor-cocina como centre y referente espacial. La isla es la rótula que articula la vivienda. El espacio es único, diáfano y luminoso, permitiendo que la sala sea un punto de encuentro donde dialogar, tomar algo o cocinar en familia o con amigos. En la elección de materiales naturales se ha buscado una consonancia, coherencia y harmonía. El pavimento es un gres porcelánico efecto madera en una tonalidad clara que provoca una sensación de calidez y dota de unidad, y a su vez es un material funcional.  La elección de los colores pastel se hace con el propósito de obtener un efecto relajante y familiar. Para las paredes y la cocina se ha elegido pintura ecológico de blanco para difundir la luz natural hasta la zona menos iluminada del hogar.

Autoría: CREAM estudio Arquitectura (Ángel Cerezo Cerezo y Elisa Battilani) Dirección oficina: Carrer Barcelona 20, local, 08940 Cornellà, Barcelona www.creamestudio.com Superficie inmueble: 95m² Situación: Plaça Gal·la Placídia, Barrio de Gràcia, Barcelona