Coblonal ha realizado el proyecto de interiorismo de unas oficinas de 250 m2 en el Eixample de Barcelona. El efecto ‘home-office’ se plasma aquí, marcando un antes y un después en las oficinas, con una evolución hacia un estilo distendido y acogedor. Se busca llevar el confort de casa a la oficina, una vez conocidas las ventajas e inconvenientes del teletrabajo.

 Coblonal ha evolucionado hacia un interiorismo distendido y acogedor en el estilo de estas oficinas de corte clásico, excelentemente situadas en un típico edificio del Eixample barcelonés, en plena Avenida Diagonal.

A pesar de contar con un presupuesto ajustado, Coblonal ha proyectado un espacio de trabajo que destaca por ofrecer una imagen de marca de gran solidez y prestigio. Así mismo, gracias al estudiado ejercicio de estilo, se ha aportado un plus de confortabilidad a través del diseño interior, no sólo para generar un ambiente relajado de trabajo, sino para transmitir la tranquilizadora sensación de estar en casa.

El proyecto de interiorismo tiene como punto de partida las características nobles de su arquitectura interior, un magnífico lienzo de 250 metros cuadrados formado por: techos muy altos con molduras originales trabajadas de escayola, paredes en blanco inmaculado, generosos ventanales por donde entra luz natural y suelo de madera.

El efecto home-office: la sensación de confort de estar en casa, en la oficina

Una vez conocidas a causa de la pandemia las ventajas e inconvenientes del teletrabajo, el salto evolutivo natural de las oficinas será sin duda para Coblonal el llevar la sensación de confort de estar en casa a la oficina.

En estas oficinas, Coblonal ha escogido una paleta de colores cálidos y ha utilizado texturas suaves para potenciar la confortabilidad. La propuesta se ha centrado en diseñar y generar un conjunto de espacios de estar y de reuniones, de estilo ligero y sencillo, muy acogedores, ubicados junto a los puestos de trabajo.

Este tipo de estancias, más propias del ámbito residencial que de espacios de trabajo, son un salto evolutivo en  las oficinas clásicas, que por lo general suelen ser más impersonales y poco acogedoras. “En el trabajo pasamos muchas horas y los materiales, texturas y acabados que nos rodean son determinantes en la calidad de vida de las personas” afirman desde Coblonal.

Estas oficinas son un claro ejemplo de una de las evoluciones que veremos en los espacios de trabajo en el futuro. A través de un interiorismo distendido y sosegado se consiguen las mejores condiciones tanto para trabajar, como para ofrecer un escenario representativo de calidad donde recibir a clientes y colaboradores.

Imágenes: Sandra Rojo